Existen distintos tipos de liderazgo, actualmente triunfa aquel que está vinculado al coaching y el mentoring. ¿Cómo ser un maestro que guía al equipo con inteligencia emocional? Te damos las claves.
1. Preguntas poderosas
Se agrupan en este tipo de interrogante aquellas cuestiones que aportan luz porque propician la reflexión del interlocutor. Con frecuencia, esas preguntas tienen un formato abierto. El otro necesita meditar su respuesta porque la contestación no se sintetiza en un monosílabo.
2. Observa el potencial de los colaboradores
El nivel de aprendizaje de los empleados está en relación con su situación actual. Pero todo profesional tiene un potencial que conviene tener en cuenta. Esa potencialidad hace referencia a la capacidad de evolución. Observa la mejor versión de las personas con las que trabajas.
3. Acompaña de forma consciente
En ocasiones, existe una distancia significativa entre el líder y el equipo. Un mentor, sin embargo, refuerza la cercanía. Está presente en el proceso de realización de un proyecto, aconseja y resuelve dudas. Un acompañamiento que es muy valorado por quienes experimentan los beneficios del refuerzo positivo. Muestra tu compromiso, tu implicación y tu disponibilidad más allá de tus palabras. Comunícate por medio de los hechos.
4. Sigue aprendiendo para ampliar tu conocimiento
Un mentor transmite de forma accesible aquello que sabe a los demás. Pero, a su vez, es consciente de sus propios límites. No se estanca en su posición sino que está en contacto permanente con la cultura, la empresa y la realidad del ser humano. De este modo, aprende de sus colaboradores y de otras personas con experiencia.
5. Practica la inteligencia conversacional
Como hemos comentado, el líder mentor acompaña a los colaboradores en su proceso de aprendizaje. Una formación que también se produce al compás de conversaciones significativas que dejan huella. La inteligencia descrita en este apartado es clave para influir en los demás.