Detrás de cada historia de emprendimiento existe el relato único de quien tomó la iniciativa de luchar por sus sueños. Pero no existe un único camino para alcanzar esta meta. En Empresariados describimos cinco formas frecuentes.
1. Emprender desde casa
La tecnología ofrece posibilidades que no eran posibles en el pasado y que, sin embargo, suponen una importante fuente de inspiración para tantos profesionales que ponen en marcha una iniciativa desde su hogar.
2. Emprender con un socio
Debe existir un motivo más profundo que el propio miedo a emprender en solitario cuando surge el deseo de montar un proyecto. Cuando dos personas toman esta decisión de mutuo acuerdo pueden observar en las fortalezas del otro, una manera de complementar el conocimiento propio.
3. Emprender con una franquicia
Esta es otra de las formas de emprendimiento elegida por muchos profesionales que emprenden en un sector concreto del mercado, pero lo hacen sumando su esfuerzo al nombre comercial de un proyecto que es conocido por el público.
4. Emprender en familia
En este caso, los protagonistas de esta historia de emprendimiento comparten muchos aspectos en común con quienes se implican en este equipo, ya que a la propia historia familiar se suma el horizonte compartido de este negocio al que están vinculados varios seres queridos. Y, quizá, en el futuro, esta iniciativa tenga continuidad en una próxima generación.
5. Emprender un negocio al terminar la universidad
Justo en el momento en el que el profesional tiene sus estudios finalizados de forma reciente, traslada el conocimiento adquirido al proyecto inmediato de una idea de negocio. Las formas de emprender pueden estar muy vinculadas con la historia vital como muestra el ejemplo de quienes después de los 40 se reinventan profesionalmente para iniciar un nuevo camino.
Existen distintas formas de emprendimiento, cada historia es única. En Empresariados hemos compartido algunas de ellas.