La motivación puede ser extrínseca o intrínseca. Es decir, en general, lo importante es que aprendas a decirte frases positivas a ti mismo que te den fuerza en el trabajo, sin esperar a que otra persona te diga que has hecho un buen trabajo. Aquí tienes algunas frases de expertos que pueden servirte de ayuda.
Por ejemplo, Kearns afirma: “En la carrera por la calidad, no hay línea de meta”. Es decir, la felicidad reside en el proceso pero además, siempre se puede luchar por hacer mejor las cosas, trabajar y tener entusiasmo por evolucionar. De lo contrario, los trabajadores y las empresas, se estancan. Jean Piaget también explica: “Inteligencia es lo que haces cuando no sabes qué hacer”. Existen momentos de desorientación en los que simplemente, tienes que fiarte de ti mismo y de tu intuición más profunda. No hacer nada no es una buena opción, siempre hay que tomar decisiones.
Winston Churchill explica: “Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad”. Por tanto, practica el optimismo en la rutina diaria de tu empresa. El pensamiento negativo sólo conduce al caos. Incluso ante resultados negativos, es bueno tener una actitud optimista, luchar por ver el vaso medio lleno, ir más allá de los resultados a través de la confianza en uno mismo.
Antoine de Saint-Exupery matiza: “El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va”. Por tanto, el triunfo produce admiración. Pero sólo cuando ese triunfo está causado por valores sólidos y una sabiduría emocional profunda en el emprendedor. Para finalizar, también puedes motivarte a través del siguiente mensaje: Adolphe Thiers asegura: «Cualquier cosa debe tomarse seriamente, nada trágicamente». Por tanto, aprende a relativizar, disfruta el momento presente y de cada paso que vas dando. Prémiate por cada esfuerzo.