El emprendedor puede hacer inventario de los distintos recursos necesarios para emprender. Las habilidades sociales también forman parte de este catálogo. En Empresariados enumeramos cinco habilidades que puedes tener en cuenta.
Empatía
Mediante esta habilidad puedes tener en cuenta las expectativas del cliente para poner al público objetivo en el centro de este proyecto de emprendimiento. Tu punto de vista es importante, pero también es imprescindible que trasciendas a lo individual mediante esta comprensión.
Escucha activa
Dedicas mucho tiempo a profundizar en tu idea de negocio. Y existe una fuente de información vital que es aquella que te aporta la retroalimentación y el feedback que tiene la voz de otros profesionales, el equipo de trabajo o el propio cliente. Aprende a escuchar tanto para agradecer los elogios como para aprender de las ideas constructivas y comentarios que te ayudan a mejorar.
Liderazgo
Esta habilidad social no es innata sino que puedes potenciarla a través de la formación en inteligencia emocional. Una habilidad constructiva para dirigir al equipo e influir en los demás el entusiasmo por la excelencia del trabajo. El trabajo en equipo no siempre es sencillo y el liderazgo es un componente que fortalece la colaboración.
Mediante el liderazgo pones en práctica la habilidad de la iniciativa. Y esta cualidad es valiosa también en otro contexto. Por ejemplo, en el networking.
Flexibilidad
El cambio forma parte del escenario del emprendimiento desde distintos puntos de vista. Esta flexibilidad es positiva para dar una respuesta adecuada a un acontecimiento que rompe con el esquema previo. Mediante esta visión puedes encontrar una alternativa y abrir una nueva puerta. La rigidez, por el contrario, incrementa la frustración.
Negociación
Una de las habilidades sociales más importantes en el emprendimiento es esta capacidad de negociar para mediar, alcanzar acuerdos positivos y concretar las condiciones de nuevos proyectos.