Cuando un emprendedor se encuentra en la fase de montar un negocio está inmerso en un proceso de búsqueda y concretar detalles que son importantes para materializar la idea de negocio en la realidad. Una de las preguntas que puedes hacerte para montar una empresa es: ¿Cuál es mi idea de negocio? Este paso que puede parecer sencillo no lo es tanto puesto que la idea debe ajustarse a la capacidad del propio emprendedor, a los medios disponibles para llevarla a cabo y a la viabilidad de la propuesta.
¿Dónde vas a montar tu negocio?
Algunos detalles como la localización del lugar en el que montar la empresa es uno de los más necesarios para dotar de realismo a la idea de negocio. En este apartado, hay que concretar decisiones: comprar o alquilar un local, trabajar desde casa, montar un negocio online o alquilar una oficina coworking.
¿Quién es tu cliente objetivo?
Como en cualquier proceso de comunicación, no existe un mensaje real si una empresa no logra identificar quién es su cliente objetivo, es decir, cuál es el perfil de compradores potenciales a los que dirigir las campañas de marketing. Definir el cliente objetivo también es muy importante para seleccionar los productos y ofrecer los servicios más adecuados.
¿Qué personas te acompañarán en la empresa?
Desde el punto de vista de la gestión de los recursos humanos también es importante concretar el número de personas que necesitas que te acompañe en el inicio del negocio. En este apartado también puedes concretar si tienes socio o no lo tienes. En cuyo caso, es importante negociar para llegar a acuerdos en el resto de decisiones de la empresa.
¿Cuál es tu objetivo principal al montar este proyecto?
La vida de un negocio atraviesa fases distintas y los inicios no resultan sencillos: ¿Cuál es el propósito principal que te has marcado al montar tu empresa? ¿Qué quieres conseguir con este reto? Evidentemente, puedes tener más de una meta pero puedes diferenciarlas entre objetivos prioritarios y metas secundarias.