Las críticas forman parte del entorno personal y laboral. Es decir, nadie está libre de escuchar algo que no le gusta nada de una forma inesperada. La realidad es que de no saber actuar del modo adecuado ante una crítica, la persona puede terminar sufriendo mucho. Por ejemplo, puede que a raíz de escuchar algo negativo en un momento determinado, la persona afectada deje de mostrar sus ideas en público porque se ha dado cuenta de las consecuencias que a veces, puede producir una opinión.
Para que no te duela una crítica, debes tener siempre claro que tu valor es el mismo más allá de la opinión de los demás. Por otro lado, también debes relativizar y es que, no todas las opiniones tienen el mismo valor en tanto que no están igual de fundamentadas. De hecho, en general, quien mejor sabrá decirte aquello que te conviene o aquello que puedes mejorar son aquellas personas de tu entorno laboral más cercanas a ti y que te conocen de verdad.
Por otra parte, ante una crítica también hay que hacer un ejercicio de humildad. Aprenderás mucho en la medida en que te esfuerces por ver la parte de verdad que tiene el comentario que te han dicho. En ese caso, seguro que te das cuenta de que la otra persona puede tener su parte de razón. Y gracias a su opinión, ahora podrás hacer algo por corregir una cuestión determinada.
Además, hay empleos que de una forma casi directa implican estar preparado para una crítica. Por ejemplo, aquellos escritores que publican un libro son conscientes de que no producen la misma reacción en todos los lectores. De igual forma, un jefe sabe que no es igual de valorado por todos los trabajadores de su empresa. ¿Qué haces para que no te duelan las críticas ajenas a ti?