Consejos para aprender de las críticas


En general, dependiendo de la posición que ocupa una persona a nivel laboral es más o menos receptiva a las críticas. La palabra crítica suena mal, sin embargo, es muy necesaria, especialmente, cuando es constructiva. Si siempre hiciéramos todo bien, entonces, nunca podríamos aprender nuevas cosas. Pero está claro que los jefes no se consideran, muchas veces, en rol de estar receptivos a posibles críticas constructivas o a nuevas ideas. Sencillamente, porque un jefe se siente en el rol de mando. Lo cierto es que los mayores críticos de una empresa son los clientes de un negocio que tienen la libertad de elegir el lugar en el que quieren comprar.

¿Cómo aprender de las críticas? En primer lugar, conviene precisar que el primer impulso que surge cuando una persona toma una crítica como una ofensa es la defensa. Es decir, el ataque. Sin embargo, empieza a vivir el trabajo con una actitud diferente. Intenta mostrarte receptivo en el aprendizaje hacia los demás. Por ello, los jefes también deben favorecer en las reuniones de trabajo, que los empleados puedan exteriorizar y compartir sus ideas sin miedo al ridículo. Muchas veces, los trabajadores ni siquiera muestran sus propuestas porque piensan que serán rechazadas de inmediato.

Una vez que alguien te haga una sugerencia agradécela. Y después, tómate todo el tiempo que necesites para pensar. El hecho de que alguien te dé una opinión no significa que esté en lo cierto. Por tanto, debes relativizar la situación y extraer tus propias conclusiones.

En general, los más cercanos son quienes pueden darte su opinión con objetividad sobre algo que te preocupa o te interesa. Por ello, deja que te asesoren y te den su visión particular sobre esta cuestión. En general, cuando alguien hace una crítica, no existe una mala intención detrás. Lo que a veces sucede es que las críticas se realizan de la forma equivocada.

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