La gestión de un negocio presenta un alto grado de responsabilidad. Con frecuencia, el profesional sigue centrado en cuestiones de la oficina incluso cuando no está físicamente en su puesto de empleo. Pero el descanso emocional es tan necesario como el físico. ¿Cómo potenciarlo si eres emprendedor?
1. Desconexión digital
La comunicación a través de la tecnología ofrece la ventaja de que permite gestionar asuntos muy diferentes en la distancia. Pero la tecnología debe utilizarse con un fin práctico y dentro de un horario perfectamente establecido. Define cuál es el último momento del día en el que vas a consultar el correo electrónico o el teléfono.
2. No lleves las conversaciones del trabajo a otros ámbitos
Al menos, no lo hagas de forma habitual. Cuando te centras en los mismos asuntos de siempre, tu atención no desconecta de objetivos pendientes, proyectos, oportunidades… Otros temas de conversación pueden traer un importante descanso emocional porque amplían tu propia visión de la realidad.
3. Practica la atención plena en distintos momentos del día
El cansancio emocional está muy vinculado con la prisa que produce la anticipación del futuro. El presente, por el contrario, te aporta el descanso necesario. Pero para conectar realmente con el ahora es recomendable practicar la atención plena. El contacto con la naturaleza te ofrece el espacio ideal para observar con detenimiento los colores, las formas y otros detalles del entorno que te rodea.
4. Prioriza lo importante
Existen momentos en los que el emprendedor vive centrado en otros asuntos que parecen más urgentes que la propia introspección. Sin embargo, nada es tan esencial como el propio autocuidado. Por ello, tú puedes acompañar y validar tus emociones si te das el espacio necesario.
Finalmente, es recomendable que te marques objetivos realistas. Con frecuencia, los metas imposibles o excesivamente numerosas derivan en un peso que genera estrés y preocupación.