Un equipo es tal, porque existen alianzas en común, es decir, puntos importantes que se respetan por parte de todos. En este sentido, cada grupo debe establecer sus propias alianzas. Existen puntos que conviene respetar, por ejemplo, apagar el teléfono móvil en horario de trabajo para evitar distracciones, evitar hablar con otro compañero mientras uno está dando sus ideas, o también, llegar siempre puntual a una reunión. La alianza refuerza la unión entre todos los integrantes de un grupo, por el contrario, romper las normas termina causando sensación de individualismo.
¿Cómo se puede crear un buen ambiente en el grupo? En primer lugar, es indispensable que cada miembro tenga claras cuáles son sus funciones. Es decir, de este modo, cada persona es consciente de que tiene una responsabilidad que cumplir y se siente bien consigo misma. Nunca se debe excluir a nadie, es decir, todos los trabajadores tienen que tener su espacio. Existe un error bastante frecuente cuando se trabaja en equipo: el de poner etiquetas a las personas. Por ello, a veces, se etiqueta a un trabajador como inteligente y a otro, como menos brillante. Lo cierto es que las personas son mucho más que una cualidad puntual, por ello, conviene dar tiempo al tiempo.
A la hora de trabajar en equipo, el líder debe de brindar toda la información necesaria a cada trabajador para que realice su función de una forma positiva y efectiva. La falta de información conduce a la desorientación. Celebrar los logros une mucho a un equipo y también ayuda a mejorar las relaciones interpersonales. La sensación de alegría es mucho más grande cuando se comparte entre varias personas, de este modo, también se elimina cualquier resquicio de vanidad, de ego o de envidia. Crear un buen ambiente en el equipo también es una decisión personal de cada uno de los integrantes.