Es importante que cualquier profesional que trabaje como freelance elabore un buen portafolio profesional con muestras de trabajo realizadas que pueden ser una buena carta de presentación ante potenciales clientes. Este portafolio de trabajo debe de estar actualizado por lo que también debe incorporar muestras de proyectos recientes. Este portafolio habla por sí mismo en tanto que muestra la forma de trabajo profesional de su autor, por esta razón, es muy importante seleccionar previamente qué muestras de trabajo son las que mejor proyecta una imagen profesional positiva.
Quién es tu cliente objetivo
Un portafolio es una herramienta de marketing por lo que para reforzar la comunicación eficaz a través de este medio de promoción es esencial identificar previamente al cliente objetivo para potenciar la empatía: ¿Qué busca el cliente objetivo? Conviene aplicar el filtro de la calidad en los trabajos realizados para seleccionar únicamente los mejores (que pasarán a formar parte de dicho portafolio de trabajo).
Prioriza la calidad de los trabajos frente a la cantidad de ejemplos. Lo ideal sería elegir trabajos que muestran una coherencia entre sí porque de este modo también se muestra una mayor especialización en un campo en concreto.
El portafolio no es un currículum vitae sino un complemento al mismo. Es posible añadir una dirección web en la que los potenciales clientes pueden consultar el currículum online del freelance.
Para qué sirve un portafolio
El objetivo de un buen portafolio de trabajo es transmitir información sobre la marca profesional de un modo visual atractivo y didáctico. Un portafolio de trabajo es especialmente interesante en aquellos empleos que tienen un claro carácter visual al ser publicista o diseñador.
Para finalizar, este portafolio solo es completo cuando muestra también formas de contacto para que los potenciales clientes puedan contactar con el freelance de forma sencilla.