Cómo diversificar mi negocio

Diversificar un negocio supone abrir nuevas puertas a nivel laboral. Implica tener una mentalidad emprendedora basada en la estrategia y en la previsión de futuro. Un emprendedor siempre tiene que mirar más allá para poder innovar y tener un plan B cuando las cosas no van bien. Diversificar un negocio implica poner las expectativas de negocio en diferentes cestas, de esta forma, si falla una línea de negocio se puede compensar la situación.

Diversificar en un buen momento

Conviene buscar fórmulas para diversificar un negocio en los buenos momentos cuando éste da resultados positivos y beneficios. En época de bonanza, se toman decisiones de una forma más reflexiva y meditada que cuando las cosas en el negocio no van bien.

Además, cuando tu negocio da beneficios cuentas con más margen para hacer nuevas inversiones. Cuando el negocio va mal conviene apostar por el ahorro.

Buscar líneas de negocio

Conviene buscar líneas de negocio que tengan alguna conexión con la que la empresa tiene actualmente. La diversificación en los negocios tienen que tener un equilibrio porque abarcar mucho puede suponer el punto de fracaso de una empresa. Por otra parte, siempre conviene hacer balance. Si una línea de negocio no funciona, puede ser el momento de cerrar esa etapa y potenciar las otras vías.

Es imposible diversificar un negocio sin asumir riesgos porque los riesgos forman parte de la vida de un emprendedor. Pero si dedicas un tiempo a la elaboración de un plan de acción, entonces, asumes la actitud adecuada.

Dónde diversificar

Conviene diversificar en los clientes cuando gran parte de tu facturación procede de unos pocos clientes. Si una de esas vías de trabajo falla, entonces, tu situación también cambia. Es fundamental buscar nuevos clientes.

También conviene formar a los empleados en varias funciones para que uno de ellos no se pueda convertir en imprescindible en caso de que decida dejar de trabajar o en caso de que coja la baja por enfermedad.