Tanto la trayectoria profesional de una persona como una empresa son realidades prácticas y dinámicas. Sin embargo, toda experiencia práctica tiene su origen en una idea teórica. Las ideas son una luz que ilumina tu mente de una forma momentánea, y si sigues con ella hacia adelante, esa idea puede iluminar tu destino para siempre. Para ello, conviene tener iniciativa y arriesgar porque como afirma Steve Jobs, «muchas veces la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñas».
Momentos de inspiración
Existen momentos de inspiración que son muy puntuales en los que una gran idea puede venir a tu mente y apoderarse de ti en el momento más inesperado. Es positivo llevar una libreta en el bolso siempre en la que poder anotar cualquier idea que surja para evitar olvidarla.
Las ideas brillantes también pueden surgir después de un descanso merecido puesto que la mente está mucho más viva y más activa, cuando ha recargado las pilas gracias a unas vacaciones o a un plan divertido. El ser humano también tiene ideas brillantes a partir de la observación. Por tanto, también puede aprender a partir de la lectura de libros o la visualización de películas de cine. Podemos inspirarnos en algo ajeno a nosotros mismos.
Para tener grandes ideas también es importante que te sientas cómodo en un lugar. Por ello, si para ti tu trabajo es un entorno hostil y de color gris, es difícil que puedas tener una gran idea bajo un alto impacto de estrés. En ese caso, busca un entorno que te dé paz fuera de la oficina y haz de ese lugar un refugio para pensar y reflexionar en temas pendientes. Elabora una tormenta de ideas sobre un tema concreto. No rechaces de entrada ninguna de las ideas porque puede que te sorprendas cuando descubras que en el lugar más inesperado está la genialidad.
Conversaciones con amigos
Las idas más brillantes también surgen a partir de la interacción social. Cuanto mejor te sientes en un grupo de personas, más opciones tienes de que vengan a tu mente grandes ideas puesto que puedes aprender de la experiencia de otras personas. Las grandes ideas también surgen con más facilidad con un buen estado de ánimo.