El nivel de integración de una empresa implica que el trabajador se tome la molestia de conocer información sobre el lugar en el que trabaja y pasa gran parte de horas a lo largo de la semana. Por tanto, se trata de tomar la iniciativa a la hora de conocer los valores de fondo, la historia de la propia empresa, cómo surgió, cómo son y quiénes son los compañeros de trabajo, cuáles son los conflictos habituales…
¿Cómo puedes conocer información del lugar en el que trabajas? En primer lugar, es muy importante observar, es decir, tener la capacidad de fijarte en los pequeños detalles del día a día. Por otra parte, también puedes buscar información de la empresa a través de su página web. Del mismo modo, puedes consultar dudas con tu jefe o con compañeros de trabajo. El diálogo es el mejor arma de conocimiento dentro de la propia empresa.
Sin embargo, muchos trabajadores desconocen por completo muchas de las cosas de su empresa porque se centran únicamente en su puesto de trabajo, en aquella función que realizan. La motivación crece en la medida en que te sientes parte de un grupo, de un proyecto mayor y sientes la satisfacción de aportar tu grano de arena al éxito final de una empresa.
Esta visión de formar parte de un todo está dentro del coaching y también, de una visión humanista del éxito laboral. Una visión humanista del éxito laboral implica sencillamente, dar importancia a las personas, es decir, entender que un trabajador no sólo tiene inteligencia sino también, sentimientos. Es decir, un jefe debe de tener la capacidad de entender que si por ejemplo, un trabajador acaba de romper su matrimonio, tendrá un proceso de adaptación emocional que de una forma inevitable también se notará en el trabajo. En ese caso, lo que necesita el trabajador es comprensión y motivación en vez de críticas negativas.