El fracaso forma parte de la vida, sencillamente, muestra que los resultados no siempre son los deseados por parte de aquel que tiene la capacidad de arriesgar y apostar por su sueño. Por ello, después de un fracaso debes cambiar la lectura de los hechos para no quedarte con el resultado final. Debes felicitarte por tu valentía y tu iniciativa. La iniciativa es una de las cualidades más valoradas en el mundo de la empresa y también, una fortaleza emocional que necesita cualquier trabajador para acceder a un empleo.
Toma un fracaso como una oportunidad para darte tiempo a ti mismo, cuidar de ti, prestarte más atención, descansar y volver a empezar de nuevo. Los inicios siempre son apasionantes y la verdad es que cada cierto tiempo, todos empezamos de nuevo de una o de otra forma en el ámbito laboral. Por ejemplo, el final de la universidad supone, en contraste, un nuevo comienzo.
No identifiques lo resultados laborales con tu identidad más íntima. Un ser humano es mucho más que datos o estadísticas, de lo contrario, podría fusionarse al cien por cien con la gloria de un éxito laboral pero también, con el dolor de un fracaso. Se trata de acontecimientos externos que no definen a la persona en su esencia más íntima. Lo que de verdad te definen son los valores que están debajo de esa trayectoria.
No te quedes con un hecho puntual de tu carrera, analízala en su totalidad. En ese caso, verás que hay muchos momentos gratificantes que pueden permitirte tener una noción adecuada de ti mismo, de tu capacidad y de tu talento. Además, el triunfo se saborea mucho más cuando ha costado esfuerzo que cuando has llegado a la cima de una forma rápida y sencilla. Alimenta tu autoestima siempre a través del pensamiento positivo.
Hola maite cuanta ayuda puedes prestarnos a todos los que en algun momento hemos fracasado. Aprender de los errores es clave. Grscias por tu vision tan positiva! Pablo