¿Contratar un coach externo o interno a la empresa?


¿Contratar un coach externo o interno a la empresa? Contratar a un coach es un requisito indispensable en muchos casos. Sin embargo, la alternativa que se plantean muchas empresas es la de tener su propio coach interno, es decir, como persona contratada en la plantilla. O también, buscar un coach externo en situaciones puntuales. ¿Qué opción es más recomendable?

Sin duda, tener un coach interno aporta mucho prestigio a un proyecto y además, también puede ser mucho más rentable a nivel económico. Sin embargo, contratar un coach externo también tiene sus ventajas. Por ejemplo, puede trabajar con más independencia, ya que al llegar desde fuera, no está contaminado por prejuicios, ni por estereotipos de nadie. Pero en cambio, esta figura externa puede generar cierto recelo o desconfianza en algunos de los trabajadores que pueden cerrarse a iniciar un proceso de coaching. Al ser una persona externa, puede trabajar con más objetividad, más imparcialidad y más libertad para poder confrontar las cosas.

El precio de un proceso de coaching en la empresa puede ser caro, y a veces, eso genera problemas en las empresas que prefieren evitar ciertos gastos para dar prioridad a otros. Sin embargo, cualquier empresa debería invertir en formación porque dicha formación permite que los trabajadores se formen.

Tener un coach interno en la empresa puede ser un excelente recurso de ayuda, sencillamente, porque el coach puede conocer mejor que nadie a los trabajadores y el momento actual de la empresa. Por otra parte, los trabajadores, en general, responden mejor ante alguien conocido que ante alguien que llega de fuera. A la hora de contrartar a un coach externo, lo más aconsejable es pedir referencias, es decir, que la otra persona pueda aportar datos sobre su experiencia previa. En cualquier caso, la figura del coach se ha convertido en un elemento indispensable del trabajo.

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