Emprender un negocio implica hacer muchos papeleos para poder llevar a cabo el proyecto de forma legal desde el principio. Uno de los trámites que debe realizar el emprendedor es concretar el domicilio fiscal. Esta dirección física hace referencia a la ubicación en la que el autónomo cumple con sus obligaciones fiscales, por ejemplo, el pago de los impuestos correspondientes.
La importancia del domicilio fiscal
El domicilio fiscal es aquel que aparece reflejado en las facturas que muestran la actividad comercial de la empresa. Así como también en las nóminas de trabajo ya que este domicilio fiscal también aparece reflejado en la Seguridad Social.
Este domicilio es un lugar de referencia para Hacienda y la Seguridad Social en la comunicación de sus notificaciones. Cuando se produce un cambio de dirección fiscal es pertinente informar de ello a través del modelo 036 de declaración censal. Este domicilio es el que causa la vinculación a una oficina tributaria concreta. Facilitando esta dirección se da por supuesto que has recibido la información oficial correspondiente cuando así se materialice.
Cambio en el domicilio fiscal
Si en algún momento necesitas cambiar esta domiciliación fiscal, puedes hacerlo fácilmente. La importancia de este dato es determinante, por esta razón, la información debe estar permanentemente actualizada puesto que en caso contrario, se deduce que la persona ha sido notificada, aunque no haya recogido la información, sin embargo, el proceso seguirá su curso habitual.
El domicilio fiscal de una sociedad es el mismo que el domicilio social cuando se cumple con una condición fundamental: en este punto debe situarse la gestión de la administración y dirección de la actividad. Cuando no se produce esta circunstancia, entonces, se establece la ubicación en que se sitúa la gestión y administración.
Para las personas físicas, su residencia habitual determina la dirección del domicilio fiscal.