Así como ocurre en el currículum, un portafolio profesional también es susceptible de mejora a través de posteriores revisiones y correcciones a esa primera presentación de las muestras de trabajo. Así como un exceso de información en el currículum produce una sobrecarga de datos que dificulta su lectura, lo mismo ocurre en la redacción de un portafolio. Es indispensable seleccionar las muestras de trabajo que se quieren destacar.
No tener en cuenta el público objetivo
Un portafolio de trabajo es un medio de comunicación de la propia marca personal. Por esta razón, como en cualquier forma de comunicación, no solo es importante analizar el mensaje que quiere enviar el emisor sino también, tener en cuenta el perfil del receptor para poder filtrar el mensaje del mejor modo posible.
Falta de identidad propia
Uno de los puntos más importantes de un buen portafolio de trabajo es que tenga una identidad propia, es decir, un estilo personal. Esta identidad es uno de los aspectos más valorados en un freelance puesto que su profesionalidad reside en su capacidad de no ser uno más en medio de la masa. Si quieres hacer un portafolio profesional, busca el modo de hacerlo diferente a los demás, refleja tu propia esencia, pide una segunda opinión a personas de tu entorno y a algunos de tus contactos de trabajo. Al realizar un portafolio es muy importante ir más allá del propio gusto personal y conviene consultar segundas opiniones.
Usabilidad del portafolio
Una buena usabilidad del portafolio de trabajo es muy importante para poder consultar las muestras de trabajo de forma sencilla y cómoda. Un diseño atractivo puede quedar en un segundo plano si el usuario tiene dificultades para navegar por la página web. El ahorro de tiempo en la consulta de este portafolio es un factor importante.