El comercio de proximidad está presente en ciudades y pueblos, su esencia se contrapone al auge de las grandes superficies. ¿Cuáles son las fortalezas de estos puntos de venta en las calles?
Mejora la calidad de vida de los residentes en esa zona
Uno de los criterios que valoran muchas personas al hacer los recados cotidianos es la gestión del tiempo y la comodidad. Por ello, aquellos barios que ofrecen un variado catálogo de servicios cubren soluciones esenciales. Y esta estructura comercial, revaloriza esa zona. Estos comercios, a través de sus escaparates, también contribuyen a la estética visual del lugar.
Puestos de trabajo
Las tiendas y servicios definidos como comercio de proximidad generan oportunidades de trabajo estable y, también, un incremento de contratación durante el verano y periodos de vacaciones. Por tanto, este sector contribuye al afianzamiento de la economía local.
Trato personal
Los clientes de las tiendas de barrio adquieren un vínculo de fidelidad con los locales que visitan habitualmente porque más allá de la acción de comprar, existe el valor añadido del trato personal que da lugar a conversaciones cercanas en donde el cliente se siente valorado en el sentido literal de la palabra.
Así como el vecino de ese barrio genera un arraigo hacia el lugar, también identifica esta sensación en relación con los hábitos comerciales al depositar esta confianza en esos lugares en los que ha comprado en tantas ocasiones.
Este tipo de comercio también es un valor añadido para el turismo puesto que muchos viajeros buscan lugares en los que adquirir productos por una óptima relación de calidad y precio.
Transformación digital
El comercio de proximidad no es algo del pasado, de hecho, se actualiza constantemente para ajustarse a las expectativas de los consumidores actuales gracias a la transformación digital. Por ejemplo, muchas tiendas de barrio tienen su propia página web, redes sociales y un perfil de empresa en Google Plus.