En la carrera profesional de un trabajador, es indispensable que una persona analice si un obstáculo es real o solamente está en su mente. Sin duda, cualquier trabajador puede ser el mayor enemigo de sí mismo a la hora de alcanzar el éxito, o por el contrario, su mayor aliado. ¿Qué obstáculos pueden detener tu progreso?
En primer lugar, la falta de tiempo. Existen personas que viven con esta idea constantemente: “No puedo hacer eso, porque no tengo tiempo”. A lo mejor, simplemente, lo que tienes que hacer es aprender a organizarte mejor, dar prioridad a unas cosas respecto de otras, eliminar de tu agenda obligaciones que no te conducen a ninguna parte… Por otra parte, existe una realidad, y es que cuando más ocupado estás, mejor aprovechas cada minuto. Por el contrario, desde el sedentarismo, llega muy pronto el cansancio.
Por otra parte, también existen personas que creen que la edad, el aspecto físico o el hecho de ser hombre o mujer puede ser un obstáculo a la hora de alcanzar el éxito. Conviene aprender a relativizar ya que existen personas que viven su mejor etapa profesional en la madurez. Del mismo modo, hoy día, las personas jóvenes lo tienen difícil a la hora de encontrar una primera oportunidad. Pero cada caso es individual y concreto.
Otras personas creen que la situación actual, marcada por la crisis económica, se convierte en un obstáculo insalvable. La realidad es que existen empresas que funcionan mejor que nunca en plena crisis. Por tanto, no dejes que los obstáculos imaginarios determinen tu progreso porque puede ser infinito si te permites trabajar por tu propia suerte y ser una excepción a la norma. Cuando te encuentres con un obstáculo en tu profesión, en primer lugar, analiza si se trata de un obstáculo real o imaginario.