Cuatro perfiles tóxicos que encontrarás en la empresa


En el mundo de la empresa como en la vida misma puedes encontrar personas de todo tipo y perfiles muy variados. Pero existen perfiles tóxicos que lejos de sumar algo positivo al ambiente general aportan malestar al ambiente del grupo. Existen cuatro tipos de compañeros de trabajo tóxicos que puedes encontrar en el mundo de la empresa.

El quejica

El trabajador quejica es aquel que pone excusas para todo y que ha convertido la crítica en un deporte. Ante una persona de estas características nada está bien hecho, todo se puede mejorar pero en vez de ser alguien constructivo se coloca en el rol de negatividad total.

Este tipo de perfil tóxico puede llegar a ser todavía más dañino para la plantilla cuando quien representa este rol es el jefe. En ese caso, los empleados terminan desmotivados porque no se sienten valorados.

El adicto al trabajo

El adicto al trabajo es esa persona que ha hecho de la oficina su vida. Pasa más horas allí que en casa. Es una persona que se esfuerza en apariencia más que nadie. Sin embargo, conviene ser realista y comprender que la cantidad del tiempo que alguien invierte en su trabajo no siempre es comparable a la calidad. El cuerpo y la mente necesitan descansar.

Son compañeros de trabajo que miran más por sus intereses que por los del equipo. Cuando este perfil se presenta en un jefe entonces son personas muy exigentes a las que hay que marcar unos límites porque aspiran a que sus empleados estén disponibles las 24 horas del día.

El oportunista

Existen personas en el ámbito de la empresa que son poco éticas y aspiran a vivir a costa del talento de los demás. Por ello, pueden llegar a robar ideas ajenas o darse méritos no merecidos. Son personas expertas en manipular a los demás.

Para proteger tu trabajo ten cuidado y no cuentes tus grandes ideas a personas que no te inspiran confianza o que ya te han fallado en más de una ocasión.

El compañero mandón

Existen personas que no tienen el papel de jefe y, en cambio, mandan más que el jefe. Se consideran en el derecho de dar órdenes a los demás constantemente y de corregir el trabajo ajeno. El compañero mandón suele tener un complejo de superioridad evidente. No caigas en su juego y muestra que tienes tu propio criterio.

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