Las personas no funcionamos de manera automática, nuestra naturaleza es distinta a la de una máquina. El agotamiento mental puede ser el resultado del aplastamiento que produce una carga permanente que a pesar de no ser visible, sí tiene un peso emocional. ¿Cuáles son los síntomas del agotamiento profesional?
1. Dificultades de concentración
La persona observa un punto de inflexión en su propia experiencia al darse cuenta de que aquel trabajo que antes realizaba en un plazo de tiempo determinado, ahora se traduce en dificultades para cumplir el plazo ante la incapacidad de fijar la concentración a pesar del deseo de intentarlo.
2. Desmotivación en el inicio de la rutina
Ningún profesional se siente motivado al mismo nivel en el cumplimiento de su trabajo durante todos los días de su vida, pero cuando la percepción de los días grises excede de manera evidente a las jornadas en la que la lectura no es tan negativa, conviene escuchar esta sensación.
3. Pérdida de implicación
Más allá del resultado observable de aquel que sigue cumpliendo con sus objetivos existen cuestiones significativas que cambian a nivel interno. El trabajador hace un sobreesfuerzo importante para cumplir lo establecido en el calendario. Pero, además, no experimenta bienestar interno a partir de la satisfacción de los proyectos realizados. El cansancio de quien no escucha los síntomas de su malestar va en aumento.
4. Dificultades para separar el plano profesional y personal
La consecuencia de este cansancio motivado por una circunstancia profesional también trasciende a la vida personal de quien tiene tanta dificultades para separar ambos planos porque no puede distanciarse de cómo se siente en realidad. En su interior, el protagonista anhela un cambio, pero siente que tiene que hacer tanto esfuerzo para cumplir con la rutina habitual, que el propio cansancio parece no dejarle el tiempo necesario para concretar un cambio.