Los emprendimientos sostenibles están alineados con la esencia de este concepto, pero cualquier negocio, más allá de la temática, tiene la posibilidad de integrar la cultura de la sostenibilidad en la gestión cuando se compromete con esta labor. ¿Cómo poner en práctica este concepto en el plano corporativo?
Cómo integrar la sostenibilidad en la entidad
En primer lugar, promoviendo el desarrollo sostenible en la organización, poniendo atención a los resultados, pero también a la óptima gestión de los recursos. Observa qué puede hacerse en el proyecto para contribuir positivamente al propósito de la justicia social que pone en valor aspectos esenciales como la igualdad de género, el acceso a la educación, la creación de espacios verdes o la lucha contra las desigualdades. Una empresa con una cultura sostenible se posiciona como protagonista en este cambio.
Este compromiso con el cuidado de la naturaleza y de las personas tiene una dimensión común que también se traslada a la empresa, ya que es importante que el equipo esté motivado con esta meta. Por ello, conviene hacerles partícipes no solo de esta misión, sino también de los efectos positivos de esta implicación.
¿Cómo dar forma a la cultura de la sostenibilidad en la empresa?
Concretando acciones específicas y realistas que marquen el inicio de este proceso de cambio en la organización. Aunque en el documento que describe esta cultura de la sostenibilidad hay espacio para información general, conviene sintetizar aspectos particulares. Estas acciones alineadas con objetivos a corto, medio y largo plazo definen la dirección a seguir en este plan de acción.
Esta cultura de la sostenibilidad que refuerza la implicación de los empleados, no solo busca esta colaboración, sino también la creación de alianzas con otros organismos que trabajan en esta dirección que busca el bien común de la sociedad en el presente y en el futuro.