En un contexto de crisis económica, tener trabajo es motivo de satisfacción para los empleados. Y además, para muchas personas, encontrar un empleo se ha convertido en una prioridad más urgente que encontrar el amor. La IV Encuesta Adecco de La Felicidad en el Trabajo profundiza en esa conexión tan importante entre empleo y bienestar personal en horario de oficina.
Los más felices en 2013
Esta encuesta pone de manifiesto que los más felices en el 2013 fueron los bomberos, los maestros, los ingenieros, los periodistas y los farmacéuticos. Estos profesionales confiesan sentirse bien con la labor que realizan. Sin embargo, desde otra perspectiva, la encuesta también analiza quiénes creen los españoles que son felices en su trabajo.
Desde este punto de vista, los más felices en su trabajo serían los artistas, los deportistas en general y los futbolistas en particular. También, los arqueólogos. Pese a que vivimos tiempos de incertidumbre y pesimismo a nivel laboral, los resultados de esta encuesta muestran datos para la esperanza ya que el 79,7% de los encuestados considera que es feliz con lo que hace. Por tanto, 8 de cada 10 trabajadores se sienten afortunados a nivel laboral.
La felicidad por zonas
La felicidad, un término psicológico que es profundamente abstracto también puede ser medido según la zona, al menos, así se desprende de este estudio. Los navarros son los profesionales más felices. Quedan también muy bien posicionados en el ranking de la felicidad en el trabajo, los asturianos, los extremeños y los vascos. En oposición a esta situación ideal, las zonas que muestran mayores niveles de insatisfacción personal en el trabajo son Canarias, Baleares y Murcia.
Cuál es el secreto de la felicidad en el trabajo
El secreto de la felicidad en el trabajo comienza, según se desprende de esta encuesta, por disfrutar con aquello que haces. Sin embargo, otros factores que se valoran mucho son tener un buen ambiente en la oficina y tener buenos compañeros. Es decir, el factor humano pesa mucho en el bienestar personal.
Las personas que están trabajando, valoran la estabilidad laboral como un factor de felicidad. Por el contrario, los desempleados dan mucho peso al sueldo como factor de bienestar. Está claro que las perspectiva de cada persona también cambia dependiendo de su situación personal.