Lo cierto es que cualquier momento de la vida es bueno para apostar por aquello que de verdad te gusta. Es decir, merece la pena que te animes a montar tu propio negocio siempre que estés convencido de que forma parte de tu vocación y de tus objetivos reales. De forma curiosa, muchos emprendedores fueron empleados de otra empresa antes de iniciar su propia aventura empresarial.
¿En qué puede ayudarte trabajar en otra empresa? En primer lugar, te ayuda a crear una disciplina de trabajo porque es diferente, trabajar para otro jefe que ser tú, quien manda. Del mismo modo, si eres observador puedes tener mucha suerte a la hora de analizar el método de trabajo de la empresa. Ten en cuenta que no sólo aprendes en los cursos de formación sino que la verdadera sabiduría empresarial surge de la experiencia.
Por otra parte, haber sido empleado antes que emprendedor también puede ayudarte a conectar mucho más y mejor con los propios trabajadores de tu negocio. Tendrás más capacidad de ponerte en su lugar, si recuerdas cómo te sentías tú en su situación. Sin embargo, algunas personas se dejan dejar por la posición de aparente superioridad y pierden de vista las habilidades sociales que son necesarias para dirigir un equipo.
Además, haber trabajado en otra empresa durante varios años también puede haberte permitido hacer nuevos contactos profesionales a los que puedes pedir opinión sobre ciertos temas que son para ti importantes. Contar con el asesoramiento de alguien de confianza puede darte seguridad desde un punto de vista emocional. Igual que hay casos de empleados que luego son emprendedores, también puede suceder el proceso contrario. Cada día vas forjando tu camino a nivel laboral, por ello, intenta poner en práctica la constancia y las ganas de hacerlo mejor.