El proceso de emprendimiento supone un desafío profesional y personal. Con frecuencia, surgen dudas significativas en torno al proceso de creación de un negocio. En Empresariados compartimos una selección de dudas y preguntas habituales en emprendedores y autónomos.
1. ¿Qué hacer cuando no sé qué idea de negocio poner en marcha?
En ocasiones, el profesional concluye que quiere orientarse hacia el emprendimiento, sin embargo, el objetivo le ofrece altas dosis de incertidumbre porque no sabe en qué ámbito quiere invertir exactamente. En ese caso, es importante analizar el mercado para identificar una propuesta rentable que se alinea, a su vez, con el talento personal.
2. ¿Cómo buscar y encontrar financiación para emprender?
El nivel de dificultad para asumir el coste asociado al emprendimiento aumenta conforme crece el presupuesto inicial. Algunos emprendedores disponen de sus propios ahorros para montar un proyecto pequeño. Pero también es posible acceder a otras fuentes externas por medio del apoyo de inversores, el respaldo de familiares o los préstamos para negocios.
3. ¿Es mejor emprender en solitario o con un socio?
Esta duda frecuente no se resuelve con una respuesta general. La fórmula más adecuada es aquella que se adapta principalmente a la realidad del proyecto y a las expectativas de los emprendedores. En cualquier caso, las bases del emprendimiento en colaboración deben estar perfectamente estructuradas y definidas en torno a un buen acuerdo que alimenta la confianza entre ambos.
4. ¿Cómo va a impactar el proyecto en mi vida y en mi familia?
La rutina de un emprendedor suele estar acompañada por las largas jornadas de trabajo, la responsabilidad en la toma de decisiones y la dificultad para desconectar durante varios días del proyecto. Es un reto exigente que influye en su estilo de vida y en la organización del tiempo.
Dentro de su orden de prioridades, el emprendimiento ocupa una gran cantidad de tiempo. La pregunta que enumeramos en el punto número 4 es especialmente recurrente en aquellos emprendedores que no cuentan con el respaldo de sus familiares y amigos más cercanos sino que reciben la incomprensión del entorno cuando comunican su iniciativa.
5. ¿Cómo visualizo mi vida profesional dentro de cinco años?
La decisión de emprender un negocio requiere de un compromiso personal sólido. Es decir, es fundamental que la motivación interna se prolongue en el tiempo. Por ello, es habitual que los potenciales emprendedores reflexionen sobre cuáles son sus expectativas personales y profesionales a medio y largo plazo.
6. ¿A qué público objetivo me dirijo?
Es importante contextualizar la idea de negocio para darle la entidad necesaria. Es fundamental que la propuesta de valor de los servicios y productos conecte realmente con los clientes potenciales. De este modo, el emprendedor debe definir muy bien cuál es el público objetivo al que dirige su proyecto. Es importante mantener el foco en las campañas de marketing.
7. ¿Qué nombre le pongo a mi negocio?
Además de tener una idea de negocio viable, disponer de los recursos necesarios para hacer frente a la financiación o conectar con el público objetivo, el nombre del negocio es clave. Ten en cuenta que es el dato que identifica al proyecto ante proveedores, profesionales, clientes… Pues bien, selecciona una fórmula atractiva que deja huella, es decir, que se recuerda fácilmente a largo plazo.
8. ¿Qué haré cuando lleguen los momentos de dificultad e incertidumbre?
El emprendimiento puede ser muy complejo a largo plazo. En ocasiones, surge la dificultad y la incertidumbre. Ese escenario no debe pasar desapercibido en la fase de planificación del proyecto. Es importante que, como responsable de la iniciativa que quieres impulsar, sepas que el camino no será fácil. ¿Qué harás cuando lleguen los primeros obstáculos? Es decir, reflexiona sobre cómo vas a alimentar tu motivación, tu compromiso y tu resiliencia en ese contexto.