Aventurarse en el email marketing es muy recomendable, pero eso no significa que todo vaya a ser de color de rosa, ya que es importante tener en cuenta una serie de errores que hay que evitar a toda costa para no arruinar una campaña en la que vamos a invertir tiempo y dinero. Precisamente de ello te hablamos a continuación, así que toma nota y haz todo lo posible por hacer las cosas bien antes de poner en marcha cualquier iniciativa.
El asunto del email es demasiado largo
No hay que olvidar que lo primero que verá el usuario al que va dirigido el email es el asunto. Eso significa que debe ser lo suficientemente persuasivo como para incitarle a hacer clic, algo que no sucederá si el asunto es tan largo que ni siquiera se puede ver a simple vista. Con unos 50 o 60 caracteres deberías ser capaz de resumir lo que el usuario encontrará en el email, porque de ello dependerá que quiera verlo y que vea lo que esperaba ver tras leerlo.
El contenido carece de personalización
Sí, es verdad que hoy en día es bastante sencillo enviar varios emails en cuestión de horas. Sin embargo, el hecho de utilizar una plantilla sin personalizar es un error bastante grave. El usuario no mostrará interés alguno y tendrá la sensación de estar leyendo un email de cualquier otra cosa.
El email no se ve bien
Hay varios motivos por los que puede darse este problema en una campaña de email marketing. Los más comunes son una mala introducción del código del email, imágenes que han volado del servidor original, enlaces que no llevan a ninguna parte o la no adaptación del email para ser visualizado en dispositivos móviles.
Spam
Es el error que todas las empresas quieren evitar. Si el usuario envía tu email a la carpeta de spam estás perdido, ya que todos los que le enviarás en el futuro tendrán el mismo destino. Para evitarlo hay que tener en cuenta una serie de factores, como por ejemplo la periodicidad, el diseño, la claridad… A los usuarios no les gusta que les avasallen con contenido excesivamente publicitario.
Fecha de envío
Si llegas tarde, mejor no envíes nada. ¿De qué sirve enviar un email dando la bienvenida al verano el 5 de agosto? Es bastante incoherente. De la misma forma, si tienes una promoción en marcha durante dos meses, no esperes a la última semana para difundir un email entre los suscriptores de la newsletter.
Diseño
El asunto y la personalización son fundamentales, lo mismo que se puede decir del diseño, que juega un papel clave en el porcentaje de éxito de los emails. Puede que los usuarios hayan hecho clic en un buen porcentaje, pero también es probable que abandonen antes de lo normal porque no les gusta lo que les entra por la vista. Lo ideal es ser claro, conciso y directo. No hay que marear en un email.
Velocidad de carga
Hay que tener mucho cuidado con los elementos que se añaden al email, ya que un exceso de peso puede disparar el tiempo de carga una barbaridad, lo que se traduce en una tasa de abandono elevada.
Mayúsculas
Lo de escribir en mayúsculas es tan grave que creo que ni siquiera deberíamos decirlo. Puedes utilizarlas para destacar una palabra en concreto, pero lo que no puedes hacer es colocar todo un asunto con ellas. No estarás llamando más la atención, sino que parecerás el típico vecino maleducado que sube el volumen de la radio cada vez que llega a casa después de trabajar.
¿Quién lo envía?
Es importante que se sepa quién envía el email. Si el usuario al que va dirigido no es capaz de identificar al remitente, las posibilidades de que lo abra son mínimas, ya que puede temer que venga con un virus de regalo.
Periodicidad
De la misma forma que a cualquiera de nosotros no nos gusta recibir mucha publicidad de forma constante, al resto de personas tampoco les gusta sentir que les están enviando emails publicitarios cada dos por tres. Hay que planificar los envíos con prudencia, siendo recomendable hacerlo cada 15 o 30 días.