Existen errores que algunas personas cometen de forma frecuente en una entrevista de trabajo. En este sentido, cada persona debe conocerse bien a sí misma para evitar sus debilidades y reforzar sus fortalezas. Por ello, después de cada entrevista de empleo debes realizar un pequeño balance para poder aprender. Para ello, analiza las preguntas que te han hecho y también, el tipo de respuestas que has dado. Si tomas conciencia de ello, te darás cuenta de que en la mayoría de las empresas realizan preguntas bastante parecidas. Por ello, así también puedes ir reforzando las respuestas.
Existe un error grave en una entrevista de trabajo: la impuntualidad. La realidad es que cuando tienes una cita profesional, es mejor ser previsor, y si no estás al cien por cien seguro de dónde se encuentra la empresa en la que tendrás la entrevista puedes optar por dos opciones. Ir en taxi para que te deje en la puerta o unos días antes, tomar un mapa callejero y situarte claramente para evitar imprevistos de última hora. Llegar tarde es una costumbre prácticamente habitual de aquellas personas que son impuntuales.
El exceso de confianza también es otro error en una entrevista de trabajo. Ten en cuenta que te mueves en un contexto profesional, para ello, debes ser cordial pero mantener las distancias con el entrevistador. Deja que te conozca pero no quieras ser un libro abierto. Es decir, debes ser ameno y dinámico en tus respuestas para que la entrevista fluya de forma lógica.
A nivel corporal también existen errores relativamente frecuentes que muestran intranquilidad. Por ejemplo, no te sientes con los tobillos cruzados. Ni tampoco te pongas la mano delante de la boca al hablar porque ese gesto obstaculiza la comunicación. Ten la espalda recta y mira a los ojos de quien te habla. Ten en cuenta que a través del lenguaje corporal puedes disimular en parte, los nervios propios de una entrevista empleo.