Ser autónomo en España no es buena idea. Es el país europeo en el que más hay que pagar, y lo peor de todo es que a cambio obtienes una serie de derechos que nada tienen que ver con los de un funcionario, del que podríamos decir que está en las antípodas de lo que entendemos por un trabajador por cuenta propia.
El Gobierno, acostumbrado a castigar siempre a los autónomos para recaudar más, ha dado la puntilla definitiva a cientos de miles de autónomos que tendrán que dedicarse a otra cosa (lo mejor que pueden hacer es opositar para vivir la vida como es debido). Proponen un sistema de cotización que es un escándalo, puesto que en algunos casos incluso se triplicará la cuota de autónomos a pagar, y no estoy hablando de grandes fortunas… Podríamos decir que los únicos que salen ganando son los autónomos que facturan menos de 900 euros, y aún así es una vergüenza lo que van a tener que pagar. ¿Cómo es posible que se le pidan 184 euros de cuota a un autónomo que ingresa menos de 600 euros? Que alguien me lo explique por favor.
Cierre de empresas y más paro en 3, 2, 1…
El Ministerio de Seguridad Social no tiene piedad, y el señor Escrivá parece que disfruta destruyendo los negocios de miles de españoles que trabajan mucho más que él para salir a flote. No se dan cuenta de la importancia que tienen los autónomos en el tejido económico del país, aunque poco a poco abrirán los ojos. Es cuestión de tiempo que cierren empresas y el paro se dispare todavía más. Los números no fallan, aunque siempre los intentan disfrazar.
Nadie defiende a los autónomos
Es una lástima que en España no haya una asociación que defienda de verdad a los autónomos. Se habla mucho del ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos), pero es evidente que están ahí para que parezca que alguien defiende a los autónomos. Su presidente, Lorenzo Amor, tan solo se dedica a escribir tweets en los que parece estar muy indignado. ¿Por qué no pasa a la acción? ¿Por qué no convoca una huelga o propone que todos los autónomos dejen de pagar sus cuotas mensuales? De la misma forma que otros gremios (o los propios funcionarios, menudos) salen a la calle a defender sus derechos, los autónomos también deberían hacerlo. Lo malo es que no se sienten agrupados y su diversidad hace que sea más complicado llegar a un acuerdo para acabar con tantos años de abuso.
Motivos por los que no vale la pena ser autónomo
No quiero desanimar a alguien que esté dispuesto a hacerse autónomo para ganarse la vida. Eso sí, me gustaría decirle que tal vez no sea el mejor camino que puede tomar, que hay puestos de trabajo que le van a ofrecer mejores condiciones en todos los sentidos.
Un autónomo tiene menos días de vacaciones que cualquier otro trabajador por cuenta ajena. Mejor no hablaré de los funcionarios y sus días de asuntos propios (tampoco hablaré del hecho de que a un funcionario no se la puede despedir a no ser que la líe muy gorda). Además, esos días de vacaciones pueden ser días de «vacaciones» entre comillas. ¿Por qué? Pues porque hay que estar pendiente del móvil, del correo, etc.
Un autónomo no puede enfermar y quedarse en casa como cualquier otra persona cuando lo necesita, porque seguramente dejará de facturar y encima cobrará una porquería estando de baja, porque a los autónomos no se les paga igual de bien que a otros trabajadores. Eso significa que el perfil del vividor, tan extendido en determinados trabajos en los que sospechosamente hay bajas de forma recurrente, no existe cuando se trata de trabajar por cuenta propia. Y claro, en el caso de ser hombre no esperes tampoco tener una baja por paternidad disfrutando de tu bebé, porque tendrás que seguir trabajando para que tu negocio no se vaya a pique y para cobrar algo mínimamente decente.
Un autónomo no tiene derecho a paro. Es complicado acceder a él y en todo caso se puede disfrutar durante un periodo de tiempo más corto en comparación con un trabajador por cuenta ajena. Y digo yo… ¿acaso no ha pagado Seguridad Social?
Un autónomo, cuando llegue el día de su jubilación, las pasará canutas para vivir dignamente a menos que haya podido pagar durante los últimos 30 años una cuota de autónomos elevadísima. La jubilación de un autónomo normal y corriente es penosa. Se le paga una miseria, como si no hubiera contribuido suficiente con su esfuerzo. ¿Plan de jubilaciones? Claro, y un segunda residencia con piscina.
Un autónomo no puede ir a pedir un préstamo como cualquier otro trabajador. Si eres funcionario te ponen una alfombra roja y no te piden nada. Si eres trabajador por cuenta ajena puedes tener suerte si cobras más o menos bien y tienes una cierta estabilidad laboral. Sin embargo, si eres autónomo dará igual que ganes bastante dinero, porque siempre pensarán que el día de mañana te irá mal y no te querrán dar ningún préstamo.
¿Te apetece ser autónomo? Mucha suerte emprendedor. El Gobierno lo está deseando y no se preocupará por ti. ¿Qué más les da a los políticos si son funcionarios? Nada, no te preocupes. A seguir votando (al que sea, da lo mismo) cada vez que haya elecciones para mantener su chiringuito.