Existe una figura profesional que adquiere una gran importancia en el contexto de una empresa. El ejecutivo de cuentas es clave para que la compañía construya un vínculo sólido y duradero con los clientes. Es decir, es un perfil que se convierte en un nexo de unión entre la entidad y el comprador. El ejecutivo de cuentas trabaja en colaboración con los diferentes departamentos y mantiene una comunicación cercana con todas las áreas de la organización. El éxito de una empresa está directamente vinculado a una atención al cliente de calidad y a una óptima experiencia de compra.
Fortalece y mejora las relaciones con los clientes
El buen trabajo del ejecutivo de cuentas incrementa el número de clientes satisfechos con la compañía. Y esto se traduce en un aumento de las ventas y de los beneficios. Como hemos indicado, es un profesional que une a la empresa y al cliente. Por ello, posee la experiencia, la visión y la formación clave para identificar las áreas de mejora en la comunicación entre las partes. Es decir, potencia un diálogo bidireccional.
Es esencial que la propuesta de valor esté a la altura de las expectativas del cliente. Si se cumple este objetivo, aumentan las probabilidades de que ese lazo evolucione y se consolide durante años.
Liderazgo, trato personalizado y trabajo en equipo
El papel del ejecutivo de cuentas es decisivo en este proceso. De hecho, desarrolla estrategias creativas para alcanzar la meta. Su labor va más allá del ámbito comercial. El trato personalizado, el liderazgo y el trabajo en equipo son factores que influyen positivamente en el papel desempeñado por el account manager.
Es un experto que conoce las necesidades y prioridades de los clientes. Y presenta de forma atractiva las ventajas y beneficios de aquellos productos y servicios que son más adecuados en cada caso.