Hacer ecuaciones matemáticas sobre los asuntos laborales puede no resultar nada acertado porque la situación de cada persona es diferente. Sin embargo, siempre merece la pena pensar en positivo, es decir, conviene recordar que más allá de la crisis económica, existen personas con suerte en el plano profesional. La suerte nunca es fruto del azar sino del trabajo. De hecho, un buen lema a la hora de vivir es: «La suerte aumenta en la medida en que yo trabajo más». En este sentido, la revista Todo Fácil, número 32, explica en un pequeño artículo que por cada cien currículums enviados a las empresas, el candidato tiene diez entrevistas de trabajo.
Por tanto, es importante perseverar mucho a la hora de obtener una respuesta de trabajo afirmativa. Pero de esas diez entrevistas, solo una se concretará en un empleo. Por otra parte, conviene recordar que las empresas, en muchas ocasiones, no tienen ninguna prisa por contratar a una persona y por ello, tardan mucho tiempo en elegir al perfil ideal. Por ello, lo adecuado es que el candidato lejos de mostrar una actitud pasiva, muestre iniciativa y capacidad proactiva a la hora de interesarse por cómo evoluciona el proceso de selección.
Sin duda, mostrar interés por un proyecto y tener acciones coherentes siempre es importante. Una de las fases más importantes, es la de mandar currículums a las empresas. Y esta fase también puede provocar ansiedad cuando no se obtienen respuestas deseadas. O cuando el desempleo se prolonga durante mucho tiempo. En cualquier caso, de vez en cuando, también viene bien descansar y desconectar de la búsqueda activa de empleo para iniciar el proceso con más fuerza, energía y pensamiento positivo.
Sin duda, las opciones de encontrar un trabajo aumentan en la medida en que un candidato tiene un proceso coherente de búsqueda de empleo. Mucha suerte a todos.