La cultural organizacional es uno de los factores que identifica y describe la filosofía de una empresa. Sintetiza los principios esenciales que guían a una organización. Por tanto, es decisiva para potenciar la visibilidad de una entidad que se presenta a sí misma ante clientes, profesionales y proveedores. Y es clave para alinear las acciones y la actividad del proyecto con sus valores más representativos.
Cómo crear una estrategia para diseñar la cultura organizacional
El concepto al que hacemos referencia es uno de los más importantes en una empresa. La creación y construcción de la cultura organizacional de una compañía puede abordarse como un proceso. Ten en cuenta que la imagen que una entidad proyecta a nivel externo o interno puede mejorarse y perfeccionarse. Por esta razón, es aconsejable diseñar una estrategia adaptada a la etapa en la que se encuentra y al contexto en el que quiere posicionarse.
Una hoja de ruta efectiva debe alinearse con sus correspondientes objetivos. A su vez, las metas descritas deben responder a la siguiente cuestión. ¿Qué imagen y qué valores quiere potenciar la entidad a largo plazo? Esa imagen, que es un reflejo de la misión y la visión, adquiere una relevancia especial en la elaboración de una estrategia adecuada. Sencillamente, porque dicha imagen es una aspiración a tener en cuenta que siempre debe concretarse en una propuesta realista. Es decir, la materialización de la cultura corporativa debe estar respaldada por el compromiso que implica la coherencia en el cumplimiento de principios, valores, comportamientos y buenas prácticas en la empresa.
Finalmente, la cultura organizacional debe comunicarse con claridad a los empleados y colaboradores. Es uno de los pilares más importantes de una empresa que se diferencia de forma significativa de otros proyectos en el enfoque adoptado a nivel corporativo. Por ejemplo, la cultura puede poner en el centro de la estrategia el cuidado consciente de las personas que componen el proyecto.
Cómo implicar a los colaboradores en la cultura corporativa de una empresa
Los trabajadores y colaboradores desempeñan un rol positivo en la materialización de la cultura corporativa. Esta influye en la forma en la que se relacionan con el equipo. También está presente en la imagen que transmiten del proyecto en el que participan. Y puede ser determinante para reforzar la atracción y retención del talento en una compañía que se presenta como un excelente entorno de desarrollo profesional. ¿Cómo implicar a los colaboradores en la cultura de una entidad? La empresa debe seleccionar los medios adecuados para transmitir un mensaje unificado a través de la comunicación interna y el liderazgo.
Actualmente, la tecnología también es una gran aliada en la comunicación que la empresa mantiene con el equipo. Y Buk es un buen ejemplo de ello. Ofrece un módulo de reconocimiento laboral y comunicación que permite compartir información de valor de forma cercana y directa. Recomendamos su software de recursos humanos: dispone de funcionalidades y herramientas prácticas para crear un buen clima de trabajo. En definitiva, Buk ayuda a empresas y negocios que quieren potenciar el talento y fortalecer la interacción con los empleados.
La cultura corporativa de una empresa influye directamente en los procesos de selección de la entidad o en los acuerdos alcanzados con los proveedores. Es decir, es recomendable potenciar la colaboración con personas que, desde su perspectiva y posición en el proyecto, se sienten representadas por los principios de la entidad. Finalmente, conviene indicar que, como la cultura corporativa se desarrolla como un proceso, es aconsejable que la organización dé voz a los trabajadores. Como parte del proyecto, ellos también pueden proponer ideas de mejora y aportaciones relevantes. Sin duda, la felicidad en el entorno empresarial es fundamental porque nutre el bienestar y el salario emocional de todos los empleados.