Existen varias causas de desempleo que pueden irrumpir en distintos momentos de la carrera laboral de un trabajador. Las variables externas e internas influyen en el desarrollo profesional. Pues bien, existe un tipo de desempleo que está más vinculado con factores propios de la realidad individual de la persona. Así ocurre cuando el perfil decide abandonar su puesto de empleo. Generalmente, es un proceso a través del que la persona quiere emprender una búsqueda para encontrar mejores oportunidades.
Finalizar un proyecto por decisión propia
El periodo de desempleo se prolonga desde el instante en el que abandonó su anterior puesto y la fecha en la que se incorpora a su nueva responsabilidad. Por tanto, es una circunstancia temporal y transitoria. Generalmente, tiene una corta duración, sin embargo, puede ocurrir que se prolongue más allá de lo esperado. Incluso cuando la situación está alineada con una decisión personal, la evolución del proceso no depende, únicamente, de su propia voluntad.
Existen circunstancias personales que pueden haber motivado una nueva dirección en la vida laboral. Por ejemplo, volver a estudiar, buscar un empleo en un sector verdaderamente vocacional o iniciar una etapa en otra ciudad. Por otra parte, también puede ocurrir que el profesional decida priorizar el cuidado de un familiar durante un periodo de tiempo.
La decisión interna se enmarca en un contexto en el que también intervienen factores externos
Aunque se trata de una situación que depende principalmente de la decisión personal, la determinación final se toma en un contexto específico. Y algunas de las características del entorno pueden propiciar de forma definitiva la finalización de una colaboración laboral. Por ejemplo, quizá el profesional no se siente plenamente desarrollado en su puesto de empleo. Tal vez cree que no es valorado y reconocido por la empresa de la que forma parte.