Cada negocio que abre sus puertas quiere ser reconocido por su propuesta de valor. Sin embargo, en ese mismo sector existen otros puntos de venta que ofrecen un catálogo similar. En consecuencia, el cliente tiene la posibilidad de establecer una comparación entre varios productos y servicios. Por ello, la diferenciación se convierte en un ingrediente esencial de un proyecto con nombre propio. De este modo, transmite su mejor versión a nivel corporativo.
Qué es la diferenciación de productos en tiendas y comercios
La diferenciación es la estrategia adoptada para dotar a una propuesta de algún componente único. Es decir, aunque ese artículo tenga aspectos parecidos con diseños similares que forman parte del catálogo de otros competidores, posee su propia entidad. Es decir, es percibido como único e irrepetible. En ocasiones, la diferenciación de un producto se basa en el precio. En otros casos, el artículo se posiciona por su calidad.
A veces, añade una funcionalidad añadida. Pues bien, la inversión en marketing es esencial para posicionar los productos en el mercado y presentar su propuesta de valor ante los compradores.
Beneficios de la diferenciación de productos en los negocios
En primer lugar, la diferenciación es un objetivo necesario en un negocio. Y su materialización en la realidad se refleja en las ventas. Por otra parte, es una premisa básica para conectar con el público objetivo. Un producto original transmite curiosidad, confianza y una experiencia de calidad. La diferenciación de productos no solo es relevante para llegar a nuevos compradores, sino también para establecer un vínculo de fidelidad con los clientes habituales.
Existen otras empresas especializadas que compiten en el mismo sector. Pero la diferenciación es la mejor carta de presentación para un proyecto que posee una identidad perfectamente reconocible. Lo verdaderamente importante es que los clientes perciban de forma objetiva su naturaleza única.