Cuando un emprendedor lanza un proyecto al mercado su idea no solo adquiere valor por sí misma, sino también, en relación con otros proyectos. Es entonces cuando cobra significado el concepto ventaja competitiva que hace referencia a aquel factor diferencial que sobresale en la perspectiva de la comparación con otras propuestas del mismo nicho de mercado. El valor de esta ventaja adquiere significado a nivel de marketing ya que es un atractivo añadido para despertar el interés del público objetivo.
Ventaja competitiva por coste
Una fórmula de diferenciación muy frecuente en el mercado es la diferenciación por coste. Sin embargo, el propio cliente debería considerar si esta forma de diferenciación es la más adecuada en cualquier nicho de mercado. Por ejemplo, cuando se trata negocios vinculados con la salud, por ejemplo, clínicas dentales, es importante valorar la calidad del servicio atendiendo a otros requisitos y no solo al presupuesto.
Cómo crear una ventaja competitiva
Observa el ejemplo de otras empresas que destacan en el mercado. Identifica cuál es su ventaja competitiva y qué acciones observables por el público han llevado a cabo para afianzar este ingrediente. Invierte en la calidad. El mejor modo de crear una diferencia competitiva que perdura en el tiempo es la inversión en un buen producto o servicio.
Existe el riesgo de querer abarcar demasiado sin poner la atención en un punto en concreto del negocio pudiendo perder la dirección principal del proceso. Cuanto más específico seas en aquel punto que puede ser el principal valor diferencial de la organización, más preciso será el plan de acción para llegar hasta allí.
Identifica cuáles son las necesidades de tus clientes habituales y de aquellos que pueden llegar a comprar en el futuro con el fin de reforzar la empatía para crear una ventaja competitiva que responda a esas expectativas.