Los focus groups son muy valorados en las empresas. Aportan una retroalimentación positiva en torno a un producto. Y, por tanto, un grupo de enfoque es clave para investigar y conocer las fortalezas y las áreas a mejorar. La dinámica se lleva a cabo en una sesión que está liderada por un moderador. Se crea un espacio en el que los participantes aportan su punto de vista, observaciones y comentarios sobre el objeto de estudio. Una retroalimentación que es muy importante para que la empresa tenga una visión más amplia de la situación.
Grupos para conocer mejor un producto o servicio
Este proceso, por tanto, se enmarca en el plano del marketing. El grupo de discusión responde a preguntas cuidadosamente seleccionadas. Las cuestiones planteadas durante la reunión están alineadas con los objetivos. Generalmente, las reuniones se llevan a cabo de forma presencial. Los grupos están integrados por pocas personas, de este modo, se crea un clima de confianza. Los asistentes no tienen un vínculo y, en consecuencia, no se conocen con anterioridad a ese encuentro.
El moderador ocupa un papel esencial en el transcurso de la entrevista. Influye de forma positiva en la creación de un clima cercano que hace sentir bien a los asistentes. Responde de forma asertiva ante las aportaciones de todos los participantes. La escucha y el lenguaje corporal transmiten respeto ante las diferentes opiniones. Es una técnica que proporciona una retroalimentación inmediata y, en consecuencia, facilita el acceso a datos relevantes.
Qué beneficios aporta un grupo focal en la empresa
La empresa obtiene un conocimiento esencial para implementar posibles mejoras en un producto o servicio. Es una forma de investigación que proporciona datos claros. Las aportaciones de cada colaborador están relacionadas con su experiencia, necesidades y realidad individual. Las empresas no solo descubren valoraciones y opiniones, sino también emociones y sentimientos que influyen en las decisiones de compra.