Qué responder en una entrevista de trabajo


Durante un proceso de selección se suelen hacer diferentes preguntas al candidato para conocer si puede ser la persona más adecuada o no a ocupar esa vacante. En estos encuentros hay cuestiones que son habituales por lo que es importante prepararse la respuesta de antemano para evitar dejarse llevar por los nervios del momento.

La preparación de estas respuestas para que, además, sean las más adecuadas, puede hacerse siguiendo unos consejos se tienen que adoptar ante cualquier proceso de selección.

Respuestas

En primer lugar suelen hacerse preguntas sobre la persona para conocer algo más del candidato mientras se trata de romper el hielo y de superar la tensión del primer momento. En estos casos, es importante dar una respuesta concisa y aprovechar la ocasión para mostrar habilidades y experiencia laboral o bien retos o logros que se hayan conseguido en empleos anteriores.

Es importante no caer en la trampa de dar demasiados detalles sobre la vida privada o sobre lo que se hace en el tiempo libre, a no ser que pregunten directamente por ello. En todo caso, la respuesta debe ser breve y se tienen que evitar aficiones o dedicaciones que no encajen con el puesto de trabajo o que no estén bien vistas. Pero sí hay que responder porque no es un punto a favor no tener hobbies o alguna afición o interés por algo.

Igualmente habituales son las preguntas sobre la motivación y el interés por trabajar en la empresa. En este caso, es mejor haberse informado previamente sobre la compañía para mostrar que se conoce la empresa y enmarcar esos intereses dentro de ella. Es conveniente que nunca se aproveche este tipo de preguntas para hablar de las expectativas salariales o las condiciones de trabajo ni hablar de objetivos muy ambiciosos en relación a lo que se espera conseguir con ese empleo.


Tampoco es favorable respuestas que dejen ver claramente que la persona se presenta al puesto porque busca trabajo. En el supuesto de haber tenido empleos anteriores y de que pregunten por qué ya no se está en ese puesto, es mejor mostrar interés por el empleo que se ofrece y las ganas de desarrollarse profesionalmente. Bajo ningún concepto hay que hablar mal de anteriores jefes, compañeros o de la empresa.

Muy frecuentes son las cuestiones sobre los puntos fuertes o débiles del candidato. En este sentido, hay que elaborar una pequeña lista y sopesar bien qué se pone y añadir lo que el candidato está haciendo por tratar de mejorar en esos puntos débiles. No es conveniente mostrarse como perfecto porque no es algo creíble.

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