La formación es una de las grandes apuestas de muchas empresas conscientes de que un mayor nivel de conocimiento implica un mayor grado de capacitación práctica. Los recursos que utilizan las empresas para formar a sus trabajadores son variados. Una de las prácticas habituales es formar a un trabajador para un puesto en concreto bajo la supervisión de un superior cualificado para orientarle con sus indicaciones y correcciones. Este tipo de formación que muestra también la esencia del mentoring es fácilmente aplicable en la empresa y resulta muy motivadora para los trabajadores.
Organizar talleres de formación
Existen empresas que organizan talleres de formación específica para formar a sus trabajadores en un tema concreto. A pesar de que estos talleres estén organizados por la propia empresa, el lugar elegido para impartir la formación suele ser distinto buscando instalaciones externas que permitan a los trabajadores diferenciar mejor entre trabajo y formación. Muchas sesiones de formación se llevan a cabo de forma intensiva en hoteles en jornadas de fin de semana.
Las empresas también puede decidir contratar personal a cargo de un servicio externo que gestione la formación por una tarifa concreta. En la actualidad, también es posible contratar servicios de formación online que ofrecen el valor añadido de evitar los desplazamientos.
Ofrecer información sobre congresos
Informar a los empleados sobre congresos de interés, eventos profesionales y jornadas de networking facilitando la asistencia a algunos de dichos eventos es un modo de mostrar apoyo a los trabajadores en su crecimiento profesional. También es positivo ofrecer información sobre bibliografía actual de interés o noticias publicadas en prensa del sector profesional.
Sistema de videoconferencia
A través del sistema de videoconferencia un ponente experto en un tema específico puede ofrecer una charla a los trabajadores minimizando el gasto en la organización de la conferencia.