Muchas empresas buscan un perfil concreto para ocupar un puesto de trabajo en una empresa. Por ello, puede ser habitual que tras hacer una entrevista de trabajo, el entrevistador te diga directamente, que no encajas en el perfil deseado. ¿Qué implica esto? Nada negativo, sencillamente, la empresa quiere unas cualidades en concreto que tal vez, tú no puedes cubrir por falta de formación, por ejemplo.
Cuando te suceda eso, no te sientas mal contigo mismo, no te culpes, sencillamente, porque existen tantas empresas y el mercado laboral es tan amplio, que en algún lugar estará tu destino. Es decir, alguna empresa apostará por ti y por tu capacidad. De hecho, una negativa no es más que la ocasión de poner a prueba tu constancia, tu paciencia y tu tenacidad para luchar por aquello que de verdad deseas.
Por otra parte, una empresa que no da tiempo al tiempo, es decir, que cambia de personal constantemente, también debería cuestionarse y mucho su método de trabajo. Sencillamente, porque la base de la empresa es la persona. Y el cambio, no es nada positivo porque dificulta la adaptación de un trabajador a su puesto, el trabajo en equipo, el conocimiento entre los compañeros…
De hecho, un trabajador debe de tener más de una oportunidad cuando se adapta a una empresa. Por tanto, si no hace las cosas del modo esperado, es positivo explicarle el motivo para que pueda orientarlo y cambiarlo. Muchas empresas dejan escapar el talento, sencillamente, porque no saben cómo motivar a sus empleados, cómo ver la luz que llevan dentro. Pero nadie nace aprendido, por tanto, la integración en una nueva empresa no es sencilla e implica hacer frente a temores y poner en práctica las habilidades sociales. A la hora de buscar a un candidato, lo mejor es que la empresa tenga muy definido el perfil del trabajador.