La tarjeta de visita es una de las cartas de presentación que es todo un símbolo de networking. El gesto de intercambiar tarjetas es muy propio de los eventos para emprendedores. Los emprendedores de éxito también perfeccionan el diseño de sus tarjetas a lo largo del paso del tiempo. Para ganar una mejor visibilidad con esta tarjeta de visita es importante evitar estos tres fallos que con frecuencia se cometen en el primer diseño.
Abusar del uso de mayúsculas
Uno de los errores tipográficos posibles es abusar del uso de las letras mayúsculas con el objetivo de dar una mayor visibilidad al texto. Sin embargo, esta visibilidad debe enfocarse buscando un contraste claro entre el color de la letra y el tono del fondo de la tarjeta. Del mismo modo, también conviene elegir un tamaño de letra que sea cómodo de leer.
Sobrecarga de información
El espacio de una tarjeta de visita es reducido. Otro fallo posible en este sentido es sobrecargar con un exceso de información el espacio con el propósito de querer comunicar más sobre un proyecto. Sin embargo, a través de este fallo se consigue el efecto contrario al deseado. Una tarjeta sobrecargada transmite una sensación de caos visual que no invita a la lectura. Desde el punto de vista estético, una tarjeta no solo comunica por aquello que dice sino también, por la forma. Por tanto, conviene buscar el equilibrio estético y la armonía respetando el sentido de la proporción entre el texto y el espacio.
Falta de datos de contacto
La esencia de una tarjeta de visita es la comunicación. Por esta razón, uno de los fallos más frecuentes es no aportar datos como la dirección de correo electrónico, el número de teléfono o la página web. Olvidar algún dato de contacto marca una barrera en la comunicación profesional.