Una de las principales causas de estrés para los emprendedores es la convivencia constante con la presión del tiempo ante la realidad de tener que hacer una larga lista de tareas cada día. Una de las formas más sencillas de mejorar tu productividad es anotar todas esas tareas por escrito. Cuando anotas algo a mano, tu cerebro trabaja de una forma más activa, y por tanto, memoriza mejor esa información. Pero además, tener una agenda te libera del estrés de acumular una información interminable en tu mente, minimizando el riesgo de sufrir un despiste.
Cómo optimizar el tiempo
Para organizar mejor el tiempo también puedes potenciar la práctica de hacer listas. Por ejemplo, puedes hacer listas de tareas que tengan una naturaleza común, de este modo, estructuras tu tiempo a partir de una temática específica. También puedes dividir estas listas de tareas en bloques diferenciados por nivel de urgencia o por dificultad.
Márcate plazos concretos y fechas en las que tienes que haber llevado a término esos propósitos. Este hábito es positivo para frenar la tendencia de posponer tareas para mañana.
Uno de los principales ladrones de energía de la sociedad actual es la atención dispersa que se convierte en hábito a partir de esa tendencia frecuente de hacer varias cosas a la vez. Aplica tu sentido común y haz una tarea después de otra. Este es el mejor modo de aprovechar el tiempo de verdad.
Aumenta la puntualidad
Del mismo modo, integra la puntualidad como un valor en tu estilo de vida profesional. Sé puntual para llegar a la oficina y las reuniones de trabajo. Llegar puntual a los eventos profesionales es importante porque crea una predisposición en tu estado de ánimo. Cuando llegas tarde al trabajo comienzas la jornada con prisa, y esto lejos de ayudarte te perjudica.