El currículum de todo emprendedor está marcado por muchos méritos, entre ellos, también cabe destacar el hecho de ganar un premio. Un premio es una oportunidad para poder ganar prestigio, pero además, también para dotar de mayor popularidad a tu negocio. A la hora de participar en este tipo de concursos, conviene no poner la autoestima en el hecho de ganar, sino en la oportunidad de poder aprender cosas nuevas y tener una experiencia diferente. Se organizan diferentes concursos para emprendedores que pueden marcar la suerte de tu negocio y abrirte puertas.
No se trata de que te presentes a todos los concursos que se organizan. Ten un criterio selectivo y preséntate únicamente, a aquel que se adapta de verdad a tus necesidades y también, a tus posibilidades. Ten en cuenta que gracias a este tipo de iniciativa puedes convertirte en un referente para algunos inversores. Por tanto, aprovecha al máximo esta ocasión. Trabaja tu candidatura, cuida todos los detalles de tu presentación y ten espíritu positivo. Es importante que creas en ti mismo para poder convencer a otros.
Existen proyectos de calidad como por ejemplo, los Premios Jóvenes Emprendedores Sociales de la Universidad Europea de Madrid. Pero además, si te animas a participar en un concurso también conocerás de una forma más clara quién es tu competencia. Por tu parte, tendrás más visibilidad en el mercado gracias a esta campaña de marketing que resulta totalmente gratuita.
Un premio también supone una dotación económica que puede servirte de ayuda para hacer frente a algunos gastos. Sin embargo, los beneficios del premio van más allá de lo económico. No te tomes la derrota como un hecho dramático sino como el inicio de un nuevo camino en el que perseverar para alcanzar el éxito en el futuro.