Usos inapropiados del e-mail en la empresa


Enviar un correo electrónico puede ser un gesto inocente y que puede no tener consecuencias serias, pero no siempre es así, sobre todo, cuando se trata de la cuenta de e-mail que se tiene en el trabajo. Y es que hay que tener mucho cuidado con el uso que se hace del correo electrónico porque puede ser motivo de problemas laborales e, incluso de despido.

De hecho, cada vez más las empresas ponen normas o medidas para controlar el uso que los empleados hacen del e-mail porque muchas veces son un elemento de distracción, se usan para temas personales o bien pueden llegar a atentar contra la seguridad de la empresa por facilitar la entrada al sistema de alguna vulnerabilidad.

No hay que olvidarse que incluso hay compañías que monitorizan los correos electrónicos y pueden saber a la perfección cuántos e-mails recibe y envía el empleado y las personas con los que los intercambia, así como su contenido. Un control que también se hace extensivo al uso que se hace de Internet.

Prohibido

En relación al correo de la empresa y a la utilización de Internet hay una serie de actos que nunca se deben hacer. Uno de ellos es navegar por sitios que estén cargados con imágenes inapropiadas o contenidos que puedan ser ilegales. Desde luego las páginas de pornografía y similares están totalmente prohibidas.

Tampoco se puede perder tiempo en navegar por la red para acceder a cuentas de correo personales, ya sean gratuitas o correo web, entre otras posibilidades, para responder e-mails que nada tienen que ver con el trabajo. Estas consultas también dejan rastro y pueden pasar factura al empleado.


Igualmente no se debe usar el correo electrónico de la empresa para otras comunicaciones que no sean las estrictamente profesionales y para los fines u objetivos para los que se haya habilitado esa cuenta. Bajo ningún concepto se debe emplear para usos personales y, por supuesto, aunque se use por temas profesionales en estos e-mails no tiene que figurar nunca ningún contenido ofensivo.

Y, por supuesto, tampoco se puede usar Internet en el trabajo para descargarse ficheros en Internet o bajarse e instalarse programas en el ordenador de la oficina, aunque aparentemente sean inofensivos. Queda también descartado bajarse música de Internet o acceder a servicios de música, películas…

Es decir, que lo mejor que se puede hacer, es usar el e-mail de la empresa siempre para uso profesional y con contenidos apropiados y respetuosos. Porque, evidentemente, se puede contactar con un cliente, pero si se le insulta con el contenido que se ha incluido, tampoco es un buen uso del correo electrónico.

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