El escaparate es una de las zonas más atractivas de una tienda de ropa puesto que en él, el escaparatista puede crear una estética renovada con motivo de la presentación de las tendencias de cada temporada. Cada tienda tiene sus propias opciones para sacar el máximo partido al escaparate. Si paseas por las calles más comerciales de tu ciudad podrás observar dos tendencias presentes: el escaparate abierto o cerrado. ¿Cuáles son las opciones de cada elección? En Empresariados te lo contamos.
Ventajas del escaparate cerrado
Este modelo de estructura es aquella en la que el escaparatista juega con el espacio tomando como referencia no solo el suelo y el techo, sino también, la pared que marca el límite que separa el escaparate en sí mismo y el interior de la tienda.
Al tratarse de una zona independiente, consigue tener el protagonismo principal cuando los clientes observan el contenido desde el exterior. De este modo, el escaparatista puede realzar su creatividad artística para definir espectaculares propuestas.
Ventajas del escaparate abierto
Este tipo de escaparate es aquel que permite al cliente visualizar más allá de las prendas presentadas en esta zona de la tienda puesto que desde el exterior también puede apreciar el contenido interior del local. Es decir, el escaparate se fusiona con el todo de la tienda como una unidad pudiendo decir que el propio interior se transforma en una vitrina comercial.
Esto es una ventaja en sí misma al poder potenciar la percepción de amplitud visual, pero también, añade la dificultad de que incrementa la visibilidad de cualquier imperfección del interior del local.
En este tipo de interiorismo comercial, la luz del exterior del local traspasa hasta el interior por medio del escaparate. Y este es un bien añadido para la ambientación agradable de la tienda. Este tipo de modelo también está muy presente en los centros comerciales.