La oficina es un lugar de trabajo que debe cumplir con la funcionalidad específica del tipo de empleo llevado a cabo en él. Un espacio profesional que reúne estética y visión práctica. Las oficinas abiertas son aquellas en las que los escritorios se encuentran ubicados en una misma zona sin que exista una separación física. ¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de las oficinas abiertas? En Empresariados analizamos esta cuestión.
Ventajas de las oficinas abiertas
Desde el punto de vista físico, esta forma de estructurar el despacho permite aprovechar mejor los recursos disponibles al poder ahorrar espacio.
Desde la perspectiva psicológica, la disposición de los profesionales en un entorno de oficina abierta también incrementa la motivación externa puesto que, la observación del lenguaje corporal mientras los demás hacen sus tareas, produce un efecto de imitación para la concentración.
Esta cercanía física también puede propiciar la propia proximidad emocional puesto que, si necesitas pedir ayuda a un compañero por una cuestión en concreto, podrás hacerlo de manera directa.
Iluminación natural. Este tipo de interiorismo no solo permite gestionar mejor la distribución del espacio, sino también, el cuidado de la luz natural que recorre el lugar sin ningún tipo de obstáculo.
Inconvenientes de las oficinas abiertas
Uno de los grandes inconvenientes de este tipo de espacio es la falta de privacidad y de intimidad.
No se adaptan a la naturaleza propia de cualquier tipo de trabajo. En relación con el punto anterior, la necesidad de intimidad en una oficina puede hacer que sea inviable esta opción. Por ejemplo, si los profesionales atienden el teléfono constantemente.
Distracciones y ruido. No todas las personas tienen dificultades para concentrarse en este tipo de espacios, pero muchos profesionales sí experimentan esta dificultad ante los constantes estímulos visuales y sonoros que perciben cada día a su alrededor.