Los procesos de trabajo evolucionan constantemente. La automatización industrial es un ejemplo de ello. ¿Cuáles son los beneficios que produce?
3 ventajas de la automatización industrial
1. Gestión del tiempo. La puesta en valor de la tecnología como medio para el trabajo humano a partir de un sistema en cadena hace que los resultados del producto mejoren mientras que la productividad también aumenta a partir de un óptimo aprovechamiento de los minutos.
2. Seguridad en el trabajo. Desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales, la automatización de procesos también mejora la experiencia de trabajo de los protagonistas implicados en la acción. La maquinaria no solo es una herramienta al servicio del producto, sino también del ser humano. El apoyo técnico es positivo para dejar atrás el riesgo de tareas en las que el empleado tiene que cargar con pesos excesivos.
3. Ahorro. Esta metodología de trabajo refuerza la rentabilidad industrial gracias a un protocolo de actuación que minimiza los costes en la fabricación de un producto pudiendo alcanzar unos niveles de fabricación altos. Por ejemplo, este sistema en cadena reduce la producción de errores y los tiempos muertos.
3 desventajas de la automatización industrial
1. Procesos de selección más complejos. El departamento de recursos humanos tiene que diseñar un plan de selección más especializado para contratar talento que cumpla las condiciones ideales para el puesto. El nivel de especialización es mayor en la automatización.
2. La tecnología se convierte en un inconveniente en el mismo momento en el que, por sus ventajas, se transforma en un medio de trabajo habitual porque entonces se confunde el medio con el fin.
3. Inversión constante. Las máquinas se estropean y tienen que renovarse. Por esta razón, la automatización también plantea la necesidad de una inversión frecuente.
Por tanto, la automatización industrial produce ventajas, pero también, posibles inconvenientes.