El crecimiento profesional está directamente vinculado con el aprendizaje. El coaching puede estar orientado a objetivos diferentes. Uno de ellos, desarrollar habilidades directivas. ¿Qué ventajas aporta el autoconocimiento en este contexto? Analizamos la cuestión en Empresariados.
1. Proceso de aprendizaje personalizado
Cada profesional necesita recorrer su propio camino para desarrollar habilidades directivas y perfeccionar sus competencias. El coaching ofrece la oportunidad de avanzar a partir de un plan de acción que es único e irrepetible. Es decir, la planificación está alineada con las necesidades de quien realiza el proceso.
2. Conocimiento de uno mismo
Es importante que un directivo conozca el contexto en el que se sitúa. El escenario en el que se encuentra influye en la toma de decisiones. Pero el desarrollo profesional y el ejercicio de la responsabilidad no solo parten de la referencia a los hechos y variables externas. Es importante que el experto se conozca a sí mismo. De este modo, descubre las fortalezas y cualidades que puede impulsar en su trabajo diario. Por otra parte, pone nombre a una posible debilidad que está limitando su verdadero potencial.
3. Hacer un seguimiento de los objetivos alcanzados
Un proceso de coaching está alineado con la motivación personal de quien quiere lograr una meta significativa. Sin embargo, en el camino hacia el horizonte final existen pasos intermedios que conviene poner en valor. Cada acción forma parte de un escenario en el que existe una continuidad y un seguimiento. El profesional visualiza la meta y, además, hace balance de su aprendizaje.
4. Motivación interna
El compromiso con el desarrollo de habilidades directivas aumenta durante un proceso de coaching que requiere de un elevado nivel de implicación personal. El tiempo dedicado al aprendizaje se convierte en una preparación para alcanzar la meta.
El coaching ofrece conocimiento, herramientas y recursos para perfeccionar una o varias habilidades directivas.