Existe un proceso personal que acompaña al aprendizaje que emprendedores, autónomos, empresarios y profesionales afrontan en sus proyectos y retos diarios. La zona de confort es uno de los puntos de referencia. Representa el espacio de seguridad, describe el ámbito de lo conocido. En consecuencia, cuando estás en ese punto te sientes bastante cómodo. Sin embargo, si quieres experimentar un crecimiento profundo, es importante que abandones la zona de confort, aunque eso no significa que debas hacerlo de manera definitiva. Simplemente, debes ampliar tu horizonte para alcanzar lo que se conoce como la zona mágica. Aunque, más allá de la belleza de su nombre, es un contexto en el que también es posible experimentar el bloqueo del miedo o las creencias limitantes.
La zona mágica es aquella en la que te adentras en un entorno en el que no dominas absolutamente todos los detalles, como ocurre cuando te sientes familiarizado con las rutinas y tareas de tu zona de confort. Te abres a la posibilidad de lograr nuevas metas, aprender otros hábitos e implementar cambios significativos. ¿Cómo avanzar desde la zona de confort hasta la zona mágica en el emprendimiento? Consejos para emprendedores y profesionales que no quieren estancarse en lo que ya conocen.
1. Arriesga en tus objetivos de negocio
La sensación de vértigo es frecuente en el ámbito del emprendimiento, especialmente, cuando el proceso se recorre por primera vez. Sin embargo, es importante que arriesgues en tus objetivos de negocio. En cualquier caso, sí debe existir una óptima planificación para alcanzar las metas. En consecuencia, comienza por acotar muy bien tus propósitos y objetivos para que sean realistas.
2. Afronta la incomodidad y comprende su significado
¿Qué ocurre cuando un emprendedor sale de su zona de confort? Al contrario de lo que sucede cuando está dentro de ella, experimenta sensaciones muy incómodas. No está familiarizado con el escenario en el que se encuentra ahora. Sin embargo, lo nuevo no mantiene su carácter novedoso eternamente. Tendrá otra perspectiva cuando la persona haya interactuado y creado nuevas experiencias. Por tanto, afronta la incomodidad que te produce la incertidumbre de lo que no te resulta familiar. Contextualiza esas sensaciones que tienen un origen y una finalidad.
3. Amplía tu catálogo de recursos y herramientas
El aprendizaje se convierte en uno de los caminos que puede llevarte más allá de tu zona de confort. A través de un proceso de formación, que se adapta a tus necesidades como emprendedor, adquieres nuevas perspectivas, recursos y herramientas para tomar decisiones, avanzar en tu plan de acción y conseguir tus objetivos. El proceso de formación puede incluir talleres sobre asuntos más técnicos y otros cursos que giran en torno a temas humanos: liderazgo, inteligencia emocional, gestión del talento, motivación interna…
4. Camina acompañado desde la zona de confort hasta la zona mágica
El miedo a lo desconocido es más intenso desde la soledad. Incluso cuando lideres un proyecto en solitario, puedes construir una red de ayuda que te acompañe en el camino hacia tus sueños por medio del networking, el mentoring o las conversaciones con otros emprendedores.
5. Vuelve a tu zona de confort para descansar y tomar impulso
El nivel de creatividad crece fuera de la zona de confort. Sin embargo, es importante encontrar un equilibrio. Es decir, puedes regresar a tu espacio de seguridad cada día a través de momentos en los que te sumerges en una rutina conocida que potencia tu cuidado, tu descanso y tu bienestar. De este modo, tomas impulso para seguir aprendiendo, experimentando y evolucionando.
No reprimas el miedo o la incertidumbre. Valida también las emociones o sentimientos que te producen algún grado de incomodidad. Pero alimenta, principalmente, la ilusión, el coraje y la motivación interna si quieres pasar de la zona de confort a la zona mágica como emprendedor.