Redactar el currículum, enviar una carta de presentación y asistir a entrevistas de trabajo son pasos habituales en la carrera laboral. Sin embargo, eso no significa que el profesional se familiarice completamente con todos los pasos mencionados. En ocasiones, las entrevistas de trabajo se perciben con temor o inquietud. El miedo a no ser elegido puede producir preocupación. En otros casos, el afectado experimenta el síndrome del impostor. Más allá de los méritos alcanzados, cree que no está verdaderamente capacitado para optar al puesto. ¿Cómo superar el miedo ante una próxima entrevista de trabajo?
1. Pon el foco en la preparación de la prueba
El nivel de temor se intensifica cuando el candidato se fija principalmente en todos aquellos aspectos del proceso que no puede decidir. De este modo, la persona puede llegar a sentir que su futuro inmediato está en manos del azar. Aquello que ocurra en el proceso no depende completamente de ti. Pero tu nivel de control sobre la situación aumenta cuando te preparas para la prueba.
2. No anticipes una conclusión negativa
Lo que ocurre a partir de una entrevista de trabajo no tiene por qué interpretarse en términos de “todo” o “nada”. Si definitivamente no eres el elegido para acceder al puesto, existen numerosas lecturas que puedes hacer de esa experiencia. Háblate en un tono positivo y constructivo. Es decir, intenta centrarte en aquellas interpretaciones que muestran una visión amable y esperanzadora de la realidad.
Por ejemplo, quizá tu perfil pueda encajar mejor en otro puesto de esa empresa en el futuro. Tu currículum puede causar una buena impresión, aunque finalmente sea otro candidato el elegido para el cargo.
3. Visualiza el momento de la entrevista
El proceso de preparación puede ayudarte a situarte en el contexto. Por ejemplo, acércate hasta el lugar en el que se va a desarrollar la prueba para ubicar la dirección exacta y observar la imagen exterior del edificio. Realiza una lista con las preguntas habituales que surgen en una entrevista de trabajo. ¿Qué te gustaría contestar a esas cuestiones?
Consulta información sobre la historia y el trabajo realizado por la entidad. Por otra parte, selecciona un look cómodo y profesional. Por tanto, el periodo de preparación te ayuda a visualizar el momento real de la prueba.
4. Anota en un cuaderno el aprendizaje adquirido en cada prueba
Más allá de cuál sea la evolución del proceso, tu participación en una entrevista te permite ampliar tu aprendizaje en relación con las técnicas de búsqueda de empleo.
Es recomendable que te tomes un tiempo para plasmar por escrito tus propias reflexiones. Por ejemplo, añade los aciertos y los aspectos positivos. Profundiza en otros factores que quieres mejorar en una próxima entrevista. Escribe sobre cómo te has sentido en diferentes momentos de la prueba. Ten en cuenta que la experiencia se analiza desde varias perspectivas.
5. Esta no es la última oportunidad
El modo en el que visualizas una entrevista de trabajo intensifica el temor, la tranquilidad o cualquier otra emoción. Aunque se trate de una oportunidad muy importante para ti, es esencial que recuerdes que no será la última. Es decir, podrás optar a otros procesos a corto, medio o largo plazo. Si te encuentres con una oferta que encaja completamente en tu perfil, recuerda que el escenario de una entrevista puede evolucionar en diferentes direcciones.
¿Qué ocurre cuando depositas expectativas demasiado altas en el puesto? Se convierten en un peso que añade un mayor nivel de dificultad en la superación de la entrevista. Porque es difícil estar a la altura de ese grado de perfección. Por ello, recuerda que el camino continúa, pase lo que pase.