Una empresa está formada por profesionales que se integran en una misma cultura organizacional. Pero cada profesional tiene su propia historia y, en consecuencia, posee una experiencia previa. La diversidad de pensamiento produce numerosos beneficios en la organización, como veremos a continuación.
1. Equipos creativos
Las observaciones en torno a un proyecto son ricas en matices cuando un equipo con perfiles complementarios dialoga sobre los objetivos comunes.
2. Innovación
La innovación es un proceso que está muy presente en las organizaciones. Y la inversión en talento produce resultados positivos a largo plazo. La diversidad de pensamiento eleva la creatividad. Un término que está directamente relacionado con el desarrollo de la innovación.
3. Pensamiento flexible
Cada profesional forma parte de un entorno que le permite descubrir opiniones y perspectivas diferentes. De este modo, se crea el marco propicio para nutrir un pensamiento flexible que favorece la adaptación al cambio, la resiliencia y la perseverancia.
4. Inclusión
Un equipo está verdaderamente consolidado cuando quienes lo componen se sienten parte del grupo. Saben que tienen su propio espacio. Un entorno que promueve la diversidad de pensamiento pone en valor el respeto, la aceptación y la integración. Existe un sentido de la diversidad y, también, de la unidad. El grupo puede percibirse en su perspectiva holística y, también, desde un punto de vista personalizado.
5. Aumenta el salario emocional
El bienestar es un concepto esencial en la prevención de riesgos laborales. Pero el bienestar es un bien que tiene una visión integral. Cuando un profesional se siente parte de un entorno en el que refleja su verdadera autenticidad, experimenta un mayor nivel de satisfacción en su relación con la empresa. Y su salario emocional aumenta de forma significativa.
6. Mejora la comunicación
Un entorno que integra la diferencia en la base de la cultura corporativa es clave para mejorar la comunicación a través de la escucha y la asertividad.