La comunicación en el trabajo mejora significativamente por medio de la práctica de la asertividad. Es un componente que potencia el respeto, la colaboración y el entendimiento. ¿Pero cómo trasladar este enfoque a la rutina profesional? En Empresariados enumeramos seis recursos.
1. Parafrasear las palabras del interlocutor
Las dificultades de comunicación se perciben, con mucha frecuencia, en la falta de conexión entre la información expresada por el emisor y la interpretación que hace el destinatario de esa información.
En el entorno profesional es habitual transmitir o recibir indicaciones en torno a temas importantes. ¿Cómo minimizar el riesgo de confusión por medio de la comunicación asertiva? Por ejemplo, es posible parafrasear y repetir las palabras del interlocutor para hacer un repaso (en lugar de dar por hecho que ha comprendido exactamente la información clave).
2. Comunicación desde el yo y desde el nosotros
La comunicación asertiva destaca el protagonismo de los mensajes que se alinean con el yo. Es un enfoque que resulta especialmente relevante en la solución de aquellos conflictos que se producen en el entorno laboral. Sin embargo, conviene contemplar otra perspectiva en el trabajo en equipo: aquella que se afianza por medio del nosotros. Las frases que comienzan con la primera persona del plural potencian la fuerza del verbo. Verbos que, habitualmente, remiten a una acción.
3. Preguntas abiertas en el trabajo
Tal vez en alguna ocasión has sentido la dificultad que supone responder a una pregunta cerrada en el ámbito laboral. La contestación de un interrogante cerrado suele ser muy breve, tanto que puede concretarse en un monosílabo. ¿Cómo enriquecer la interacción en el ámbito profesional? Es aconsejable potenciar el planteamiento de las preguntas abiertas en procesos de negociación, reuniones de trabajo y conversaciones.
De hecho, son fundamentales para generar nuevas alternativas. También son clave para buscar retroalimentación. Y, además, permiten profundizar en una situación sin presuponer una información determinada. Es decir, son esenciales para evitar las interpretaciones rápidas y los datos no contrastados.
4. Practica el refuerzo positivo en el trabajo
Habitualmente, el refuerzo positivo puede tenerse en cuenta desde la perspectiva del líder que reconoce el esfuerzo, la implicación o los resultados. Cuando los profesionales que ocupan puestos de responsabilidad utilizan el refuerzo positivo, elevan el salario emocional de los empleados. Pero cada integrante del proyecto, más allá de sus funciones o de su posición en el organigrama, puede aportar reconocimiento a través de la comunicación asertiva.
5. Aplazamiento asertivo en el entorno laboral
El aplazamiento asertivo no puede aplicarse en todos los casos posibles. Sin embargo, sí es viable en aquellas situaciones en las que todavía dispones de algunos días para tomar una decisión o dar una respuesta sobre un asunto específico.
Durante ese proceso temporal, es probable que alguien contacte contigo en busca de una respuesta definitiva. Sin embargo, tal vez no te sientas plenamente preparado para contestar en ese instante. Pues bien, la técnica del aplazamiento asertivo consiste, precisamente, en posponer ese momento hasta otra fecha cercana. Un procedimiento que no se utiliza para evitar una situación incómoda, sino que es un recurso clave para ganar seguridad ante un escenario próximo.
6. La aceptación refuerza la comunicación asertiva
La comunicación en el trabajo no es sencilla cuando el grupo no está unido o cohesionado. Pero resulta todavía más compleja cuando una persona se centra en cómo le gustaría que fuese ese compañero de trabajo con el que tiene tan poca sintonía. Esperar un cambio en el otro suele convertirse en un motivo de frustración y decepción. Por el contrario, la aceptación favorece la comunicación asertiva y mejora el clima del diálogo, especialmente, cuando se practica de forma bidireccional.